JARABACOA.- Los equipos para la instalación de una grancera que fueron traídos a este municipio el pasado fin de semana desde la comunidad Chavón, de La Romana, no serán utilizados para depredar ríos de aquí, sino para la explotación de una mina de rocas y tierra, cuyos materiales serán vendidos a empresas públicas y privadas.
Garantías en tal sentido fueron dadas este sábado por el empresario Yovanny Peñaló, presidente de la compañía “Peñaló Industrial”, que por 12 años se ha dedicado en esta comunidad a la venta de esos productos.
Sin embargo, Tito Montero Vicente, director del Ministerio de Medio Ambiente aquí, se mostró escéptico ante el uso que dice la empresa dará a los aparatos “porque esas personas que piensan hacer eso son las que todo el tiempo han acabado con los ríos de Jarabacoa”.
El pasado domingo arribaron a este municipio las enormes piezas metálicas a bordo de patanas, lo que a su paso por el centro de aquí provocó un accidente cuando el joven Ronny Delgado fue impactado en la cabeza por una descarga eléctrica, en el momento en que intentaba evitar que otro cable hiciera contacto con la parte superior de unos de los aparatos, logrando preservar la vida de manera milagrosa.
De inmediato corrió el rumor de que las piezas de hierros serían utilizadas en la depredación de uno de los ríos de la zona, lo que ayer fue desmentido por Peñaló, quien aclaró en qué serán usados los aparatos.
Sostuvo que la grancera será utilizada única y exclusivamente en la terminación de material seco, también conocido como “toca”, que habrá de ser extraído de una mina localizada entre los parajes Pedregal Arriba y El Salto, en la carretera que comunica esta población con el municipio de Constanza.
Recordó que se trata de la misma mina desde donde la empresa brasileña Odebrecht extrajo los materiales para la construcción de dicho tramo carretero, sin daño ecológico y con lo que fomentó la comunicación vial.
Indicó Peñaló que el propósito de la empresa que preside es hacer algo similar, usando los materiales que puedan procesarse de la base, sub-base, arena y agrava que hay en abundancia en la mima, asegurando que cuenta con el permiso minero para ello, y que sólo esperan la aprobación del Ministerio de Medio Ambiente, el que ya solicitaron.
La grancera es instalada en una amplia zona alquilada, ubicada a casi dos kilómetros de la mina y donde en los alrededores no circulan aguas de ríos ni arroyos.
Si logra entrar en operación sus primeros compromisos serían las construcciones de las carreteras que enlazan a este municipio con las comunidades de Junumucú y Manabao, según lo expresado por Peñaló.
Mientras los trámites legales se procesan para que sea autorizada a operar, empleados de la compañía proceden a armar las piezas y darles mantenimiento.
Yovanny Peñaló insistió en que los materiales provendrán de dicha mina y que estarán a disposición de instituciones del gobierno y de particulares que deseen realizar construcciones que precisen de la arena o rocas procesadas para esos fines.
La zona minera forma parte de una gran montaña de la que, de acuerdo a datos ofrecidos por Peñaló, aún se pueden explotar con esos fines unos mil metros, sin que eso implique daño alguno para la ecología de la zona.
POSICIÓN DE MEDIO AMBIENTE
Montero Vicente, encargado de Medio Ambiente aquí, dijo que no se opone a que una comisión de ese Ministerio apruebe la operación de la grancera, pero lo condicionó a que la entidad sepa cuál es la disposición de materiales y de dónde la van a extraer, asegurando que si el objetivo real de la empresa Peñaló es depredar los ríos de Jarabacoa, habrá problemas.
Se quejó de que la compañía procesadora de productos mineros llevó los aparatos sin informarlo previamente en las oficinas locales de Medio Ambiente y mucho menos los documentos por medio de los cuales solicitan permiso para esos fines.