Santo Domingo.- el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara, justificó que el gobierno construya plantas a carbón en Baní porque supuestamente no hay disponible gas natural en los mercados internacionales, otros tres panelistas definieron el proyecto como "energía sucia" cuyo inicio está marcado por la violación abierta de las leyes de protección ambiental.
El escenario de este debate fue el Paraninfo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) durante el panel "Instalación de plantas a carbón en Punta Catalina, Baní", que bajo la moderación y organización del profesor Rafael Nino Féliz, vicerrector de Extensión, contó con la participación de los profesores Max Puig, Luis Carvajal, Héctor Ortiz y el periodista Felipe Ciprián.
Jiménez Bichara fue tajante al afirmar que "el que no se puede apear, se jondea", dando como explicación que a la llegada al gobierno del presidente Danilo Medina el sistema energético estaba a punto de colapsar y como vicepresidente de la CDEEE se le encargó que buscara una solución.
Dijo que ante la realidad de que en el mercado no habría gas natural disponible para construir plantas con ese combustible, el gobierno se vio obligado a construir plantas a carbón para dar respuesta "urgente" a la demanda de energía del aparato productivo.
El funcionario de la CDEEE aclaró que él no es "carbonero", por lo que si hubiese gas natural disponible no solo se hubiera decidido por ese tipo de plantas, sino que lo comprara para generar 1,000 megavatios que están listos en espera de que el producto esté disponible en el mercado.
Jiménez Bichara defendió la calidad de las plantas a carbón que se están instalando en Punta Catalina, Baní, y garantizó que no afectarán al medio ambiente.
Informó que como parte de la mitigación de los gases se plantarán 330,000 matitas de caoba y se dispondrá de tecnología moderna para evitar que la operación dañe la salud de la población y el medio ambiente.
Dijo que el proceso de construcción tiene un gran avance y consideró que con esas plantas quedará resuelta la crisis y superados los apagones.
Mientras que el ex ministro de Medio Ambiente, doctor Max Puig, sostuvo que todos los estudios científicos son consistentes en que el carbón es el más sucio de todos los combustibles y todos los organismos multilaterales y los más importantes gobiernos del mundo desaconsejan el uso de este recurso para generación eléctrica y no financian este tipo de obras.
Puig dijo que a pesar de la defensa que hacen de él las grandes empresas que extraen sus ganancias de la explotación del carbón, "propiciar el desarrollo de esta fuente de energía es aferrarse al atraso, dañando la vida en nuestro país y contribuyendo a dañarla en el resto del mundo".
Expresó que precisamente porque hay que superar esta forma dañina de generar energía y porque la humanidad ha desarrollado los medios para lograrla "es que está en marcha un proceso planetario de eliminación del carbón".
El ex ministro de Medio Ambiente pidió observar la situación crítica en China, donde como resultado de la contaminación por el carbón, "cinco de las ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en China con graves problemas de salud para una parte considerable de la población y el gobierno de ese país ha tenido que hacer una revisión de su política para reducir el uso del carbón".
"En Estados Unidos", afirmó Puig, "luego de haber sido difundido un impactante estudio del Goddard Space Flight Center, de la NASA, la Agencia Nacional Espacial de Estados Unidos, señalando que la explotación irresponsable de los recursos naturales y la distribución desigual de la riqueza estarían conduciendo la civilización actual a un colapso irreversible, el presidente Obama acaba de tomar, este mismo mes, medidas extraordinarias que afectarán a las 1,600 plantas energéticas qua funcionan en ese país" para reducir el impacto de los gases en el cambio climático.
Deploró que sea el gobierno el primero en violar la Ley 64-00 al dar inicio al proyecto sin contar con los permisos ambientales que se requiere a toda entidad previo al inicio de cualquier proyecto.
"El gobierno inició los trabajos de construcción de las plantas de Punta Catalina violando la ley. De hecho, todos los trabajos que se están realizando en este momento se están haciendo al margen de la ley", apuntó Puig.
En igual sentido se expresó el profesor Luis Carvajal, de la Comisión Ambiental de la UASD y de la Academia de Ciencias, quien dijo que todo el carbón es sucio y que el proyecto de las plantas se inició sin un Estudio de Impacto Ambiental y sin presentar las características técnicas de los equipos de generación que se van a instalar.
Carvajal señaló que desde que se habló de instalar las plantas a carbón en la Bahía de Ocoa, Azua, pasaron por la Comisión Ambiental de la UASD muchas personas buscando orientación sobre los efectos del proyecto, pero estuvieron imposibilitados de hacer una evaluación porque el gobierno no ha aportado datos, sino propaganda.
"En la Comisión Ambiental no podemos evaluar propaganda, sino datos. Lo único que hemos visto es publicidad, obviamente engañosa", expresó Carvajal, quien reiteró que decir que usando carbón se va a generar energía limpia es una manipulación porque no existe carbón limpio.
Agregó que el gobierno se ha ido a este esquema de solución del problema energético cuando debió enfrentar los "contratos estafa" que tiene con generadores, así como ir a recuperar todo el potencial de energía hidráulica que está disperso en las montañas dominicanas.
Carvajal deploró que tanto la Comisión Ambiental de la UASD como la Academia de Ciencias "no podemos fijar una posición técnica sobre las plantas a carbón porque hay propaganda, pero no documentos serios de la situación ambiental sobre los que se pueda hacer opinión".
No obstante, el experto ambientalista advirtió que no hay dudas de que la zona donde se están construyendo las plantas es frágil y los daños pueden ser considerables.
Para el periodista Felipe Ciprián, que ha estado publicando advertencias sobre los daños del proyecto de platas a carbón en Baní, el gobierno se lanzó a ese proyecto como un náufrago que echó mano a lo peor procurando salvar al país del colapso energético.
"Ante la necesidad de nuevas plantas energéticas el gobierno se decidió por la más sucia y la que tiene los peores efectos en la salud humana, en la agropecuaria y en la calidad del aire", expresó Ciprián, tras advertir que diez kilómetros a la redonda de donde se está instalando el parque energético viven 135,000 personas según el Censo Nacional de Población de 2010.
Igualmente consideró que constituye una falacia decir que en las plantas se va a capturar dióxido de carbono porque ese es un proceso complejo que implica el envasado, traslado y depósito lo que requiere cuantiosos recursos y condiciones previas.
"Para capturar dióxido de carbono, envasarlo, trasladarlo y depositarlo hay que contar con cuantiosos recursos y pozos petroleros o carboníferos agotados porque los protocolos internacionales solo permiten inyectar estos gases en cavernas situadas a 800 metros por debajo de la superficie terrestre o del lecho marino", apuntó Ciprián.
Citó al mayor experto del continente americano, el premio Nobel de Química 1995, doctor Mario Molina, quien sostiene que si bien es posible capturar dióxido de carbono en plantas energéticas de combustibles fósiles, "no existe todavía -afirma Molina- experiencia en un proyecto conjunto que incluya cada una de las etapas (captura, traslado e inyección). Se espera que la tecnología de captura de dióxido de carbono de centrales eléctricas y su inyección al subsuelo esté disponible en el año 2020 a escala comercial".
Ciprián deploró que el gobierno dominicano recurra al carbón para generar electricidad cuando el mundo desarrollado sale apresuradamente de ellas y corre hacia las energías del sol, agua, aire y biomasa.
El ingeniero Héctor Ortiz, de la Facultad de Ingeniería de la UASD, dijo que fue sorprendido cuando en diciembre pasado se inició la construcción de dos plantas a carbón sin que hasta el momento se conocieran detalles del proyecto y con el solo anuncio de que tendría una capacidad de generación de 720 megavatios y un costo de 2,000 millones de dólares.
"Aunque el costo nos parece un poquito alto, no tenemos las informaciones ciertas con todos los datos de la tecnología que se piensa instalar", expresó Ortiz, quien no obstante reveló que un técnico de la CDEEE le dijo que se prevé instalar una casa de filtro para atrapar todas las partículas sólidas y una planta desfulfurizadora para atrapar el azufre, "lo que podría explicar el costo final del proyecto".
Ortiz reconoció que las plantas a carbón y otras del viejo sistema son las que generan energía a más bajo costo y las que disponen de electricidad segura en los momentos de crisis porque son las primeras que entran al sistema.