El presidente Danilo Medina proyecta los postulados del profesor Juan Bosch, Pedro Henríquez Ureña y Eugenio María de Hostos con la política educativa que ejecuta desde el gobierno, aseguró el doctor Diómedes Núñez Polanco.
El también director de la Biblioteca Nacional se refirió al tema al depositar una ofrenda floral en el Panteón de la Patria en ocasión del 130 aniversario de Pedro Henríquez Ureña, de quien destacó también sus desvelos por la preservación de los valores y la identidad del pueblo dominicano “que hoy tienden a borrarse por efectos de la globalización”.
En el momento de depositar la ofrenda floral Núñez Polanco fue acompañado de Érica Maríñez y José María Herrera. Luego, la Banda de Música del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo tocó varias piezas, fue firmado el Libro de Honor y a continuación Iván García Guerra leyó la obra “El abrigo de Pedro”.
Con relación a la política educativa del gobierno, Núñez Polanco citó de manera especial al Plan Nacional de Alfabetización, que procura llevar a cero la cantidad de iletrados en el territorio nacional antes de 2016, y a las inversiones en el área educativa luego que le dedicara el 4% del Producto Bruto Interno (PBI).
“Hoy, con el Pacto Educativo el gobierno ha tomado muy en serio a la educación y la alfabetización”, dijo el historiador, periodista, poeta y político.
En su opinión, junto al ex presidente Bosch, de quien fuera su asistente personal, “debemos estar contestes respecto de sus preocupaciones (del gobierno) por avanzar cada vez más en esos campos” (de la alfabetización y la educación en sentido general).
Núñez Polanco se refirió a las huellas de Hostos en Pedro Henríquez Ureña y el profesor Juan Bosch. “Dice Bosch que Hostos le permitió conocer qué fuerzas mueven y cómo la mueven, el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”, precisó.
Dijo sobre Pedro Henríquez Ureña (29 de junio de 1884 – 11 de mayo de 1946 ), quien se destacó como filólogo, crítico y escritor, que fue el resultado de la revolución cultural que vivió República Dominicana en la década de 1880 a raíz de la llegada en mayo de 1875 del maestro Hostos.
El director de la Biblioteca Nacional que tiene por nombre Pedro Henríquez Ureña declaró sobre Hostos que, “además de aportar el blindado arsenal ideológico del positivismo, fundó periódicos, propició tertulias, ofreció conferencias y, sobre todo, creó las instituciones educativas y sociales”.