El líder del Partido Demócrata Institucional, PDI, Dr. Ismael Reyes, reveló que la imparable ola de violencia que ha cobrado la vida de decenas de personas en los últimos días es una muestra de que las autoridades deben revisar las medidas adoptadas hasta ahora para enfrentarla, pues en los hechos han resultado en un rotundo fracaso.
El presidente del PDI afirmó que los dominicanos no pueden vivir presos del miedo y en una zozobra constante a causa de lo peligroso que se ha puesto salir a las calles, y que incluso ya ni en la propia casa los dominicanos nos sentimos seguros, pues en todas partes se siente la arremetida de la ola de violencia.
El Dr. Ismael Reyes afirmó que el ciudadano con los impuestos que paga al Estado paga los sueldos de la Policía, de las Fuerzas Armadas, de los funcionarios del área de seguridad para que lo protejan y que no está recibiendo ese servicio adecuadamente. Dijo que muestra de eso es que la delincuencia está campeando por sus fueros en todos los barrios, afectando la paz social de todos los dominicanos, quienes merecemos un país mejor gobernado, donde las autoridades cumplan con las funciones para las cuales fueron elegidas.
Ismael Reyes abogó por la creación de más oportunidades de trabajo; financiar a los microempresarios que viven en los barrios; garantizar medios que permitan a nuestros jóvenes una mayor preparación a fin de lograr su inserción en la sociedad en condiciones que posibiliten superarse como ser humano para que no tengan que recurrir a métodos violentos para subsistir.
Reyes dijo que la mayoría de los delincuentes proceden de hogares donde se sufre en carne viva la marginación social, el alto costo de la vida, la falta de educación y vivienda digna, de modo que el problema solo tenderá a reducirse cuando el gobierno ofrezca una respuesta adecuada a la solución de las necesidades básicas de la población más indefensa.
Mientras tanto, el máximo dirigente del PDI urgió a las autoridades a tomar medidas preventivas, como reforzar la vigilancia policial, las medidas de inteligencia para apresar a los delincuentes antes de que cometan fechorías, pues en los barrios se conoce quiénes son las personas honestas y trabajadoras y quiénes son los delincuentes.