Para que la “Convergencia por un mejor país” sea un éxito, es indispensable que los auspiciadores depongan intereses personales, grupales o partidarios, por legítimos que sean. Los objetivos estratégicos tienen que estar claramente definidos. Y poner la política al mando antes de cada acción, como enseña el marxismo.
“Sin unidad no hay fuerzas, y sin fuerzas no hay victoria”.
Sacar del poder a la Corporación Económica y Política PLD del poder requiere dejar a un lado las agendas personales y trabajar desinteresadamente en rescatar el país del hoyo en que se encuentra fruto del robo, el saqueo, el narcotráfico, el endeudamiento, el clientelismo y la corrupción a todos los niveles en perjuicio de la mayoría del pueblo.
La Convergencia no es, ni será, un partido. Pretende ser mucho más que un partido al agrupar a todos partidos y movimientos sociales preocupados por la situación deplorable de la nación.
El Partido Revolucionario Mayoritario que encabezará el ex presidente Hipólito Mejía junto con Luís Abinader, Andrés Bautista, Milagros Ortiz Bosch, Hugo Tolentino, Jesús Vásquez, César Cedeño, entre otros, precisa de mucho tacto, sentido común y visión política. ¡Y amor a la patria!
Ese PR Mayoritario no puede arrastrar los problemas ni los vicios del pasado. Las tendencias o aspiraciones a cargos electivos no pueden ser un obstáculo para la unidad interna y externa. La historia no lo perdonará.
El PR Mayoritario, solo, no tiene oportunidad de alcanzar el poder, no importa quién o quienes sean los candidatos. En tal sentido sus figuras más prominentes tienen que unirse. Ordenar su propia casa para luego calidad moral para procurar el ordenamiento de las demás. Hay que predicara con el ejemplo.
En tal sentido, los dirigentes del PR Mayoritarios deben darse una estructura orgánica y una plataforma política e ideológica que oriente su accionar. Y será luego, como yo lo veo, que podrán convocar a los demás partidos y movimientos de la sociedad civil, con propuestas claras señalando el camino para desplazar del poder a la nefasta Corporación Económica PLD que dirige su Comité Político.
Hipolito, en su condición de líder y ex presidente de la República, tiene que asumir su rol protagónico sin avasallar, cosa que no suele hacer, y sin prejuicio, algo que tampoco suele tener, para conducir las tropas internas y externas por las aguas turbulentas del mar político. La voluntad y determinación de un líder y de sus compañerosdirigentes es muy importante.
Las candidaturas podrán analizarse y escogerse más adelante, después de crearse el PR Mayoritario y la Convergencia, dentro de un marco franco y democrático sin que ningún sector se sienta marginado o ignorado.
Sé que no es tarea fácil en medio de una crisis moral como la que vive el país, enfrentar la Corporación PLD y al mismo tiempo crear un partido nuevo y constituir una fuerza política de la magnitud de la Convergencia. Lo sé. Pero es posible si nos despojamos de sectarismos y prejuicios, si levantamos la bandera de la unidad con sinceridad.
La Convergencia no solo es posible, es necesaria si queremos derrotar y sacar del Palacio Nacional la corrupta Corporación Económica y Política llamada PLD, que utiliza –y seguirá utilizando- los recursos del Estado inescrupulosamente para intentar continuar en el poder.
Si impera la unidad, si los objetivos se establecen con claridad, si la lucha popular deja de ser espontánea y se organiza políticamente, La Convergencia se convertirá en la principal fuerza política y electoral del país en pocos meses con posibilidades reales, no quimeras, de ganar los comicios del 16 y echar del Palacio Nacional a la Corporación Económica y Política PLD.