La educación se encuentra en una encrucijada. Debe ser reorientada a tener más participación efectiva en la preparación de las nuevas generaciones. La educación hoy es un simple negocio, o un medio de trabajo mal pagado.
Por Manuel Hernández Villeta
Lo vemos con un gremio representativo de los profesores, al que sólo le interesa conquistas salariales, o que sus dirigentes lo utilicen de trampolín para ir al Congreso. Lo fundamental, la preparación de los estudiantes, es letra muerta.
Es un gran negocio, y sólo negocio, para los dueños de colegios privados. Para todas las iglesias que tienen colegios privados. Si los padres no pagan, no hay educación para los hijos.
Hay que levantar una nueva bandera, y hacer renacer la idea de que enseñar es un sacerdocio. Parece que para algunos no tiene importancia lo que es un sacerdocio y una obligación de preparar a los muchachos.
El ministerio de Educación debe ser el que norme la actividad en el país. Se cruza de brazos ante los aumentos de los pagos mensuales de colegiaturas; los libros de textos cambiados todos los años; los uniformes fijados de acuerdo a normas mercadológicas y se abraza a unas insufribles Pruebas Nacionales.
El Presidente Danilo Medina hace grandes esfuerzos en ampliar la capacidad de aulas en las escuelas dominicanas. Impulsa la educación extendida, para dar desayuno y almuerzo a la mayor parte de los estudiantes. La burocracia no le ayuda.
El Ministerio de Educación tiene que vigilar para que haya un programa educativo moderno y obligar a los profesores a que participen en jornadas de capacitación. No es de despedir a maestros que fueron aceptados con incapacidad total, sino, ya que están dentro del sistema, reeducarlos.
Ahora a los nuevos profesores hay que exigirles, o no dejarlos entrar al sistema. La juventud hoy no está interesada en el magisterio y no se debe tratar de llenar la brecha de educadores de buena calidad, buscando a los que se deberían dedicar a otro trabajo.
Lo primero que se debe hacer es eliminar a las Pruebas Nacionales que no sirven para nada, solo, como en esta ocasión, para demostrar que la mayoría de los estudiantes examinados están mal preparados. Culpa básica de sus profesores. Un mal estudiante, indica que hay un profesor que no está en capacidad de enseñar.
Mejorar el sistema educativo nacional es una responsabilidad de todos, y nadie se puede cruzar de brazos ante este mal.