Samantha Power, embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, ha afirmado ante el Consejo de Seguridad que el avión de Malaysian Airlines fue derribado probablemente por un misil tierra-aire operado desde una posición "dominada por separatistas prorrusos".
La denuncia es más grabe porque afirma que en línea con sus últimas acciones, el lanzamiento del misil podría haber contado con apoyo técnico de asesores rusos.
Precisó que el misil que derribó el avión es un SA-11, tierra-aire, de fabricación rusa, conocido en Estados Unidos como 'Gadfly' y por los propios rusos como 'Buk'.
Indicó que se trata de un proyectil muy complejo y, dados conocimientos técnicos necesarios para operar con él, "es improbable que los separatistas pudieran manejar este sistema sin la ayuda de personal con conocimientos".
"Por lo tanto", ha concluido Power, "no podemos descartar que hayan recibido asistencia técnica del personal ruso a la hora de operar estos sistemas".
Eximió de responsabilidad al Gobierno de Kiev. "Los ucranianos cuentan con sistemas SA-11 en su arsenal, pero no estamos al tanto de la existencia de sistemas de misiles SAM ucranianos en la zona del derribo del avión y, sobre todo, las fuerzas ucranianas no han disparado un solo misil desde el inicio de la crisis".