Este domingo habrá que enfrentar, al precio que demanden las circunstancias, el fraude que tiene montado la Comisión Organizadora de la Convención del PRD Minoritario. Permitir el engaño, sin hacer nada, sin mover “una paja”, no es opción.
Está comprobado que otra vez Miguel Vargas intenta robarle el triunfo a Guido Gómez Mazara para que no lo desplace de la presidencia del PRD Minoritario que ostenta de manera ilegal gracias al apoyo del gobierno a través de la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral.
Ante los ojos de todos, Miguel Vargas “eligió” una Comisión Organizadora de la Convención integrada por lacayos, marionetas, peleles y empleados. Es decir, gente que le pertenece y recibe sus órdenes y mandatos.
Ante los ojos de todos, ese troglodita excluyó del listado de perredeístas a más de 700 mil, incluyendo familias con más de 50 años de militancia. Como dice Hugo Tolentino Dipp, hizo “un Padrón para el Patrón”. (¿O para el Cabrón?) Porque eso, y no otra cosa, es Miguel: ¡Un patrón malo capaz de las peores travesuras!
(Del Padrón del Patrón, 538 mil, más de 200 mil pertenecen al PLD y sus aliados, así como empleados de los ayuntamientos que controla el hombre del pacto de las corbatas azules al que Leonel le “prestó” 15 millones de dólares del Banco de Reservas de los cuales no ha pagado un dólar).
Con el respaldo entusiasta de la JCE y el TBS el presidente de facto del PRDM ha violado los estatutos del partido, la ley electoral, la Constitución y leyes adjetivas, dándole una puñalada al sistema de partidos y a la caricatura de democracia que vive el país.
Como si fuera poco, ese señor cara y actitudes de fascista, intentó colocar los centros de votación en las residencias o centros de diversión de sus empleados. A seguidas redujo el horario de votación, en hechos sin precedentes.
Apoyado por el presidente de la JCE que se negó a supervisar la Convención, rechazó la vigilancia de Participación Ciudadana. No quiere que lo supervisen ni vigilen. Pero en cambio le solicitó al presidente Danilo Medina la Policía y las Fuerzas Armadas para que repriman con las balas de sus fusiles a los excluidos del patrón de votación o cualquier militante o simpatizante disgustado.
No quiere que los votos se cuenten en las mesas electorales, donde Guido tendrá delegados, sino en otros lugares donde su gente hara los cálculos con el criterio de que “acta mata votos”.
Solo en un país que no es país, pueden verse las cosas que han ocurrido en torno a la Convención del PRDM y la candidatura de Guido, quién, según las encuestas, cuenta con la aceptación de la mayoría del “Padrón del Patrón”.
No hay forma, que no sea el fraude, el dinero sucio y la represión policial y militar, paraganarle a Guido las elecciones. ¡Y todos lo sabemos!
Miguel y el gobierno harán hasta lo imposible para que la gente no vote. La abstención, lograda con el miedo que infunden policías y militares fuertemente armados, será, junto con el dinero para comprar voluntades, sus aliados, porque del resto se encargarán la JCE y el TSE legitimando esa barbaridad.
La pregunta es, ¿lo permitiremos? ¿Dejaremos a Guido solo este domingo o nos colocaremos a su lado dejando atrás recelos y mezquindades personales? Desde mi punto de vista sería un error. No es la cabeza de Guido la que está en juego, ni su carrera política. Es la de todos. Lo que se juega este domingo en la Convención del PRDM es mucho más de lo que está a la vista. Quedarse de brazos cruzados viendo como le roban a Guido el triunfo servirá para fortalecer la dictadura de un partido sin escrúpulos que, como la Corporación PLD, pretende perpetuarse en el poder.