SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 31 de julio 2014-. El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), ingeniero Federico Antún Batlle, proclamó hoy que cualquier modificación que se haga al Código Laboral vigente en el país, debe respetar los derechos adquiridos de los trabajadores, y demandó de los empleadores un trato más justo y desprendido para que la paz laboral no sea alterada, en virtud de los graves daños que sufriría la economía con la presencia de un estado de conflictos entre patronos y obreros.
Antún Batlle considera que la armonía entre los principales entes de producción, generadores de riquezas, es de vital importancia para la República, por lo que considera como un imperativo que existan vías de entendimientos que permitan dialogar sobre la pertinencia de la reforma, pero siempre manteniendo vigentes las conquistas logradas por los trabajadores mediante sus luchas reivindicativas y en favor de la libertad y la democracia.
El líder del PRSC manifestó que de todos los componentes que inciden en la creación de riquezas el trabajo es el más importante, por lo que el desarrollo integral de la persona humana demanda una mayor atención a los trabajadores debido a que la empresa no puede ser considerada exclusivamente como una sociedad de capitales, cuya razón de ser sea el lucro, sino que la misma es al mismo tiempo una sociedad de personas, en la que interactúan los que aportan el capital y los que lo transforman en riquezas por medio su trabajo.
Dijo que el país está afectado por problemas sociales que demandan la colaboración de todos los ciudadanos para su solución, y que no podemos inflar el ambiente, agregando un nuevo componente de inquietud a los ya existentes, por lo que en el momento de la ventilación de la reforma al Código Laboral es imprescindible que se preserven los derechos adquiridos por los trabajadores.
“Los esfuerzos que realizan los trabajadores en la búsqueda de espacios de mayor amplitud en la participación de la vida de la empresa, en sus beneficios y progresos, son legítimos y deben ser garantizados y respetados en toda su dimensión, porque de ese modo se respeta la dignidad de un ser que hace aportes imprescindibles en la creación de riquezas para satisfacer la vida en armonía entre los miembros de la sociedad en sentido general”, concluyó.