Coincidencias de dos lideres paradigmaticos
No existe en la historia de la humanidad dos personas que hayan trascendido en una misma época, con objetivos diametralmente opuestos, que tengan más coincidencias en muchos aspectos del devenir de sus vidas que la del líder de la Revolución cubana Fidel Castro y la del empresario corporativo Roberto Goizueta, también de origen cubano.
Por Bernardo Hirán Sánchez Melo, Ph. D. (El autor es economista)
En efecto, Fidel Castro Ruz, estadista, revolucionario, forjador y líder histórico de la Revolución cubana, nace un 13 de agosto 1926, en Birán, Provincia de Holguín y, al igual que Roberto Goizueta, quien llegó ocupar la presidencia de la Junta Directiva de la Coca Cola Company, era hijo natural de un emigrado de origen español y de una criolla cubana.
Así, Fidel Castro, hijo del gallego Ángel Castro y de la criolla, Lina Ruz Gonzales, tenía los mismos orígenes españoles y cubanos de Roberto Goizueta, quien era hijo de Crispulo Goizueta, un rico y acaudalado arquitecto y terrateniente de procedencia vasca y una prestante dama cubana de nombre Aida.
Ambas personalidades, por poco de juntan en un momento de sus vidas, pues asistieron en una misma época al Colegio Belén, pero no llegaron a conocerse, pues aunque pertenecían a un mismo recinto educativo no todos los estudiantes eran iguales, pues se distinguían dos clases: los externos de origen adinerado y pertenecientes a la élite política, y los internos, provenientes de familias acomodas de provincias y que eran visto socialmente inferiores, entre los cuales se encontraba Fidel Castro. De modo que, tanto Fidel como Roberto recibieron, en sus respectivas adolescencias, una educación tutelada por una orden religiosa, lo que revela el impacto que sobre la formación de estos dos jóvenes cubanos llegaron a tener los jesuitas.
Otra de las coincidencias de Fidel y Roberto, es que ambos quedan marcados por la Revolución Cubana, aunque ambos toman rumbos muy diferentes. En el caso de Fidel Castro, artífice, forjador y conductor de la primera revolución de carácter socialista en el continente Americano, le toca dirigir al Estado socialista cubano; en tanto, Roberto Goizueta, se ve compelido abandonar la isla de Cuba, junto a su familia, para luego convertirse en el presidente de una de las compañías más tradicionales y emblemáticas de los Estados Unidos de Norteamérica.
Tanto Fidel como Roberto, tienen que ver con México, pues si bien la expedición que cambió el destino de Cuba, partió en la embarcación Granma desde México, en sentido contrario lo hicieron los parientes de Roberto Goizueta, pues se radicaron en ese país.
Ambas personalidades son impactadas por el poder económico y militar de los Estados Unidos y los acontecimientos de índole mundial, pero en sentido contrario: en el caso de Fidel, es fuertemente amenazado por la élite política norteamericana y la oligarquía desplazada de Cuba y radicada en los Estados Unidos, que inclusive llega a financiar y promover la desaparición del líder cubano. Mientras en el caso de Roberto, se ve aupado y protegido por empresarios e inversionistas corporativos norteamericanos. Así, posterior a todo esto, la debacle del campo socialista representó para la Revolución Cubana un duro golpe, pues perdían uno de los principales socios comerciales del país caribeño, mientras Roberto Goizueta, invadía con su Coca Cola los países del antiguo campo socialistas, abriendo nuevas plazas donde mercadear sus productos.
Ahora bien, la coincidencia de mayor relevancia, entre estas dos notoriedades, es que ambos se propusieron cambiar de manera categórica y definitiva algo ya establecido: en el caso de Fidel, al lograr un cambio radicar del sistema capitalista al sistema socialista de un pequeño país, logrando así establecer la primera nación socialista en el continente Americano y nada más y menos que en las propias narices del poderoso imperio norteamericano. En tanto Roberto, logró cambiar el sabor, la fórmula clásica de la centenaria marca de refresco, Coca Cola, símbolo de la cultura y la sociedad estadounidense.
Ambos lograron sus propósitos, no sin librar batallas. En el caso de Fidel, debiendo derrotar en Playa Girón la invasión apoyada por los Estados Unidos, el bloqueo comercial y los múltiples atentados a la economía y al propio territorio cubano, auspiciados por la clase gobernante estadounidense. Y, en el caso de Roberto debiendo librar múltiples batallas en lo que hoy se conoce como la Guerra de las Colas, además de tener que evadir y afrontar múltiples obstáculos que dentro de la misma corporación multinacional se le presentaron.
Ambos se impusieron y lograron con éxito sus objetivos planteados: uno en el ámbito político, social y económico, y el otro en el ámbito empresarial, corporativo y gerencial.
Coinciden ambos, pues, en la condición de líderes que son ejemplos de cómo ejercer un liderazgo en la tarea de conducir y dirigir un país, una empresa, un partido político o una universidad, sustentado en el logro efectivo de los resultados esperados, en la firmeza y los propósitos bien definidos y demarcados, que es lo a fin de cuentas hace que los individuos trasciendan y se conviertan en paradigmas de las nuevas generaciones.