Teherán, 18 ago (PL) Unas 50 personas resultaron heridas hoy víctimas de un sismo de 6,1 grados de magnitud que sacudió el suroeste de Irán, donde también hubo afectaciones a servicios de electricidad, agua y comunicaciones.
De acuerdo con el Centro Sismológico iraní de Ilam, el movimiento telúrico se sintió con fuerza alrededor de las 07:02 hora local (02:32 GMT) en esa provincia, donde varias viviendas de arcilla quedaron derrumbadas parcial o totalmente, y en las vecinas de Lorestán y Khuzestán.
La demarcación de Markazi fue igualmente sacudida por el potente temblor cuyo epicentro se ubicó a 47,7 grados de longitud y 32,7 grados de latitud, unos 590 kilómetros al norte de Kuwait, en la frontera de Irán con Iraq, de ahí que también se reportaran sacudidas en esos países.
Datos adicionales refirieron que el terremoto afectó además el poblado de Murmuri, localizado unos 500 kilómetros al suroeste de Teherán.
Mientras informaciones preliminares apuntaron que alrededor de 50 iraníes fueron asistidos por socorristas, fuentes gubernamentales indicaron que el suministro de agua y electricidad quedó interrumpido temporalmente debido a la dimensión de los daños a infraestructuras.
Asimismo, la sede del departamento de comunicaciones de Abdanan, en Ilam, fue derribada por el sismo y ello ha impedido conocer la cuantía de los daños en áreas rurales de esa ciudad, señaló un portavoz.
En declaraciones a la agencia oficial de noticias IRNA, el gobernador de Abdanan, Majid Asgari, estimó que los daños más severos tuvieron lugar en zonas rurales en las cuales quedaron totalmente devastadas algunas aldeas debido a numerosas réplicas que aún generan pánico entre la población.
Muchos residentes continuaban en las calles por miedo al desplome de sus casas y equipos de rescate y de evaluación de daño se movilizaron hacia la región para precisar cifra de víctimas y magnitud de los destrozos.
Irán se ubica en una zona de gran incidencia sísmica y ha sufrido movimientos telúricos de intensidad como el de diciembre de 2003 en Bam, poblado de la provincia de Kerman donde murieron 31 mil habitantes y cuya antigua ciudadela de barro, considerada patrimonio mundial, quedó devastada.
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