Quienes conocen como discurre el montaje de un espectáculo del tipo del Concurso Nacional de Belleza están sorprendidos por las excusas públicas de las protagonistas, entre ellas Magali Febles, dueña del negocio; y las presentadoras de televisión Luz García y Georgina Duluc.
Y es que un ceremonial para la televisión de ese tipo pasa por un proceso, que es por lo cual se le llama producción, consistente a rigurosos ensayos y pruebas que permiten evitar errores como los ocurridos en el Concurso Nacional de Belleza en el que resultó electa Kimberly Castillo, como la representante dominicana que irá a Miss Universo.
Hay dos cosas básicas para esa rigurosidad, la selección de un personal profesional competente y recursos disponibles para atender a las urgencias que reclame el montaje.
Quienes conocen los intríngulis de este tipo de montaje entonces no entienden las disculpas de una persona como Magali Febles que tiene años en este negocio y que debió enterarse a tiempo que andaba mal y que bien en el montaje.
Peor aún, que dos veteranas presentadoras de televisión como Georgina Duluc y Luz García, tampoco se percataran de las fallas de producción habla muy mal de su profesionalidad, que debe estar normada por exigencias previas para evitar situaciones embarazosas como las ocurridas.
Pocas transmisiones televisivas habían sido objeto de tantas burlas en las redes sociales como las ocurridas con Miss República Dominicana, donde la ausencia de sentido profesional desdijo la tradicional nacional de siempre montar con esmero este tipo de evento.
Las excusas siempre caen bien, pero no siempre dejan bien parado a quien hace uso de ellas, pues el tiempo en el oficio, y es el caso de estas tres damas, hacen pensar que su labor está orientada por experiencia y conciencia del riesgo que implica no hacer bien las tareas que se autoencomiendan en las pantallas chicas.
Finalmente, lo mismo hay que decir de Telesistema, canal 11, bien posicionado, bien acreditado en la teleaudiencia, para no asegurarse que la producción televisiva se correspondía con los estándares de calidad de esa empresa.
De experiencia le queda.