El elevado número de menores que llegan a ese estado a través de la frontera con México ha obligado a prácticamente el cierre de la misma por parte del gobierno de Rick Perry.
Perry solicitó el envío de unos mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera para solucionar la crisis humanitaria que se vive en el estado. Cada vez se ven más elementos a bordo de patrullas, y en lanchas sobre el cauce del Río Bravo del lado estadounidense.
Estas acciones tienen el apoyo de helicópteros y drones equipados con moderna tecnología para detectar a personas desde varios kilómetros de distancia.
Mientras que asociaciones religiosas y civiles en McAllen, Texas, ha denunciado los operativos como una vigilancia que criminaliza a los migrantes que solo buscan vivir mejor y ayudar a sus familias.