De acuerdo a lo expuesto por el fiscal general, Eric Holder, los cargos presentados involucran a cinco militares chinos a los que acusó de "espionaje económico" contra empresas estadounidenses.
El caso "representa la primera vez que se presentan cargos en contra de actores estatales por este tipo de ciberespionaje", dijo Holder.
Agregó que el "espectro de secretos comerciales y otra información de negocios secreta en este caso es significativa y demanda una respuesta agresiva".
El fiscal general adjunto para la Seguridad Nacional, John Carlin, dijo tener evidencia, hechos y fechas específicas en las que el grupo que realizó el espionaje –formado por los especialistas Wang Dong, Sun Kailiang, Wen Xinyu, Huang Zhenyu y Gu Chunhi todos de la unidad 61398 de Shangai del ejército chino—robaron secretos y planes estratégicos a empresas estadounidenses.
Fotos de algunos de los militares chinos identificados en la acusación.
Fotos de algunos de los militares chinos identificados en la acusación.
Los hackers chinos usaron recursos militares y de inteligencia para descargar grandes cantidad de información industrial que sería útil para empresas competidoras chinas, incluyendo algunas que son empresas estatales.
Entre las empresas estadounidenses espiadas se incluye a Westinghouse, US Steel y SolarWorld, United Steel Workers Union, Allegheny Technologies Incorporated y Alcoa, de las industrias nuclear, del acero y la energía.
El gobierno chino ha desestimado acusaciones similares retando al gobierno estadounidense a probar el espionaje.
En esta ocasión el FBI y otras agencias lograron conseguir la información específica.