La reelección no es ni buena ni mala. Simplemente es una propuesta política sobre la que debe decidir el pueblo. Pensar sobre si se acepta o no la reelección, es prácticamente dejar a la coyuntura del próximo año el si o el no.
Por Manuel Hernández Villeta
Pero una reelección es imposible sin concertación. Dentro del Partido de la Liberación Dominicana no hay un grupo único dominante que pueda ganar las elecciones, sino cuenta con el respaldo de todas las tendencias y de los pàrtidos emergentes.
La reelección debe ser una propuesta sobre la mesa, como sería el retorno, o las aspiraciones de precandidatos de segundo turno. Es imposible mantener el poder si no hay unidad interna.
Y ese trago le va a todos los partidos. El PLD que está en el gobierbno y el PRD que esta en la oposición. Está condenado al fracaso todo sector político que piense que tiene los músculos necesarios para ganar y desdeña un frente de concertación.
Si va a ver reelección, hay que trabajar en ella desde ahora. La reelección es una acción de fuerza, de continuismo que tiene que avanzar por un terreno que siempre es empedrado.
Lo primero es lograr aceptación popular, con miras a realizar las reformas que son necesarias en la Constitución. Si se busca concenso, eso sería un plumazo. Ya los legisladores han respaldado cambios constitucionales, sin tener ni aplicar vocación democrática.
Lo que nunca deben olvidar los partidos políticos dominicanos es que constituyen entes minoritarios. No representan a la universalidad del pueblo ni de los votantes. La mayor parte de la masa de votantes no milita en partidos, y para ellos sólo es válido como un hecho cívico cada cuatro años.
Con los seguidores de un partido no se ganan unas elecciones. Hay que lograr el apoyo total del pueblo, y sobre todo de los sectores que son mayoría, que es la gran marginalidad social del campo y la ciudad.
Esos grupos marginados siempre viven de la esperanza. Las que vende un candidato en la oposición, o las que se cuelan desde el Gobierno. Si bien una maquinaria gubernamental que busca la reelección es indetenible, se debe tomar en cuenta el desgaste del poder.
Hoy, quien tiene que tomar la decisión espera que llegue la hora cero, la muerte súbita, cuando se tiene que tomar una decisión o el proceso escoge a otro. Pero para determinar si se va a no se va, hay que lanzar las masas a las calles…