Tras 16 meses de investigación sobre prácticas de tienda por departamentos el acuerdo resuelve reclamaciones de más de una docena de quejas por conductas de “perfil racial” y detenciones inapropiadas de los consumidores; Macy’s pagará $ 650,000 en penalidades
NUEVA YORK – El Fiscal General Eric T. Schneiderman anunció hoy un acuerdo con Macy’s Retail Holdings, Inc., para resolver más de una docena de quejas recientes de discriminación y detenciones inapropiadas en la tienda Macy’s en Herald Square, en Manhattan.
El acuerdo ayudará a asegurar que los clientes, independientemente de su raza u origen étnico, reciben el mismo trato en las 42 tiendas de las tiendas Macy’s del estado de Nueva York. El acuerdo además requiere el pago de $650.000 dólares en multas y es el segundo acuerdo alcanzado este mes por el Buró de Derechos Civiles de la Fiscalía General con tiendas por departamentos en la ciudad de Nueva York. Las Ley federal de Derechos Civiles de 1964, que acaba de cumplir 50 años, prohíbe la discriminación por motivos de raza, color, religión, sexo u origen nacional en los lugares públicos.
"Es absolutamente inaceptable– y es ilegal – que cualquier persona en Nueva York sea tratado como un criminal, simplemente por el color de su piel", dijo el Fiscal General Schneiderman. "Las acusaciones recientes de perfiles raciales en algunas grandes y famosas tiendas de Nueva York son un buen recordatorio de que la protecciones otorgadas por la Ley de Derechos Civiles de 1964 aún se necesitan hoy -y que la igualdad de la justicia bajo la ley sigue siendo un ideal americano que aún nos estamos esforzando en alcanzar. Este acuerdo ayudará a asegurar que nadie sea injustamente señalado como un presunto delincuente cuando va de compras en Nueva York y que todos los neoyorquinos disfrutan de acceso pleno e igualitario a nuestros establecimientos comerciales".
El Buró de Derechos Civiles abrió una investigación sobre Macy en febrero de 2013, después de recibir varias quejas de los clientes pertenecientes a minorías raciales. Desde entonces, la oficina ha recibido quejas de 18 clientes afroamericanos, latinos y otras minorías que afirmaron que haber sido aprehendidos y detenidos en tiendas de Macy’s entre 2007 y 2013, a pesar de no haber robado o haber intentado robar mercancía. Los consumidores denunciaron que fueron perfilados racialmente; que empleados de la tienda, ubicada en 151 West 34th Street, falsamente acusaban y detenían a clientes de las minorías en mayor proporción que los clientes de raza blanca de la comisión de delitos; y que Macy’s ha participado en las aprehensiones y detenciones inapropiadas de dichos clientes.
Las quejas revelaron, entre otras cosas, que los clientes minoritarios fueron detenidos injustamente y detenidas por los empleados de prevención de pérdida de la tienda después de viajar entre los pisos por las escaleras mecánicas con mercancía no disimulada, a pesar de tener la menor intención de robar en las tiendas; y que a los clientes con dominio limitado del inglés sospechosos de hurto o fraude de tarjetas de crédito no se les permitió hacer llamadas telefónicas, ni tener acceso a un intérprete y fueron obligados a firmar notificaciones de transgresión a pesar de que no podían entender estas notificaciones en Inglés.
Además de examinar las quejas de los clientes, la Oficina del Fiscal General también se reunió con los ex representantes de ventas de Macy’s para la tienda de Plaza Herald Square que alegaron que los empleados de prevención de pérdidas en la tienda ubicaban y seguían a afroamericanos, latinos y otros clientes minoritarios con mucho más frecuencia que a clientes blancos. Por último, la revisión de la Fiscalía General de los datos producidos por Macy’s mostró que Macy’s investigó y detuvo a minorías por presuntamente robar a tasas significativamente más altas que los clientes blancos.
En enero de 2005, Macy entró en un decreto de consentimiento con la Fiscalía General para resolver las acusaciones de que sus políticas y prácticas de protección de activos, incluyendo sus políticas de colocación de esposas, violaban varias leyes contra la discriminación. Los términos de ese acuerdo concluyeron en 2008. A pesar de las mejoras en algunas áreas y el mantenimiento de ciertas reformas tras el decreto de consentimiento, la investigación de la Fiscalía General descubrió que Macy’s seguía interceptando y deteniendo a un mayor porcentaje de sus compradores minoritarios que los compradores no minoritarios.
Como resultado de su investigación actual, el Fiscal General Schneiderman concluyó que Macy’s no ha tomado las medidas adecuadas y oportunas para resolver los problemas relacionados con perfiles y discriminación racial en sus tiendas de Nueva York. Macy’s además ha fallado en proveer a los empleados de prevención de pérdidas con orientación o entrenamiento suficiente sobre cómo hacer correctas detenciones, y que Macy’s carece de un sistema de recogida y mantenimiento de datos y registros de las interacciones de sus empleados con los clientes sospechosos de fraude de robo o tarjetas de crédito.