El periodista James Foley estuvo a punto de ser rescatado en una operación tierra-aire llevada a cabo en Siria por Estados Unidos que habría fallado porque el rehén no estaba en el lugar en que suponían era mantenido por el grupo yihadista Estado Islámico, se informó este jueves en Washington.
La organización extremista, que decapitó a Foley en represalia por la incursión aérea de Estados Unidos en Irak, habría pedido 100 millones de dólares a cambio de su entrega, pero que el gobierno de Estados Unidos se negó a pagarlo. Las informaciones fueron divulgadas por el New York Times que las recibió de parte de familiares del periodista.
"Se trató de una operación por tierra y aire y estuvo enfocada en una red particular del EI. Desafortunadamente, la misión no tuvo éxito porque los rehenes no estaban en ese lugar -en el que la Inteligencia estadounidense pensaba que se encontraban", explicó en un comunicado el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby.
Foley, de 40 años, fue secuestrado en 2012 en Siria y decapitado esta semana. Su muerte fue filmada en un horrendo video. Los terroristas ultraislámicos amenazan en el video con matar a otro rehén estadounidenses si EE.UU. no cesa en sus ataques. Sin embargo, hoy, y a pesar de esas advertencias, cazas norteamericanos llevaron a cabo nuevos bombardeos en Irak.
El departamento de Estado informó que el presidente Obama autorizó la operación (de rescate) cuando se presentó la oportunidad y se consideró que había la información de Inteligencia suficiente, explicó por la asesora de Seguridad Nacional Lisa Monaco, en un comunicado.