Sugiere diálogo entre el sector industrial, la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) y el Ministerio de Obras Públicas acerca del transporte de carga en vehículos de doble cola.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) instó al Ministerio de Obras Públicas a acelerar la revisión del Reglamento 156 sobre las Dimensiones, Peso y Carga de los Vehículos, creado hace 44 años y que ya no guarda relación con los cambios en la economía y los negocios del país.
El presidente de la organización empresarial, Víctor Castro, sostuvo que esa normativa ha sido “desempolvada” por la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) para impedir repentinamente el tránsito de vehículos pesados de doble cola, situación que afecta el transporte de mercancías de múltiples empresas.
Asimismo, llamó a reformar la ley 241-67 de Tránsito de Vehículos, un marco legal que tiene 47 años y que, igualmente, tampoco se adapta a los actuales esquemas de producción, desarrollo y relaciones comerciales de la República Dominicana.
Sugirió que, mientras son revisadas esas normativas para adaptarlas a la realidad de la economía, se establezcan mencanimos flexibles que, garantizando altos niveles de seguridad para evitar daños a terceros en el transporte de carga, permitan que las actividades de las empresas no se vean afectadas.
En ese contexto, sugirió un diálogo sobre el particular entre las industrias, el Ministerio de Obras Públicas y la Autoridad Metropolitana de Transporte, entidades que –a su juicio- deben participar activamente en las propuestas de reforma a la ley 241-67 de Tránsito de Vehículos, así como al Reglamento 156.
El presidente de la AEIH manifestó que la existencia de leyes, normas, resoluciones y ordenanzas desfasadas, que ya resultan inaplicables porque no han evolucionado al ritmo de la realidad económica, son el reflejo de debilidades institucionales y de la distracción de quienes legislan en el país.
Castro dijo que la República Dominicana se está convirtiendo en un país con exceso se regulaciones, muchas de las cuales sólo sirven para reposar en gavetas después que se aprueban, “y un buen día cualquier funcionario las desempolva para aplicarlas, choquen o no con la realidad.”