Loma Miranda: Ambientalistas rechazan sean fundamentalistas ecológicos

Un grupo ambientalista dominicano rechazó que sean fundamentalistas ecológico y ratificaron su demanda de que Loma Miranda sea un parque nacional. La Asamblea Nacional Ambientalista (ANA) reunida el sábado analizó la situación luego de la observación presidencial a la ley que creaba el refrerido parque. El documento integro emitido por la entidad es el que sigue:

POSICIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL AMBIENTAL -ANA- Inc., FRENTE A LA OBSERVACION A LA LEY MIRANDA. RESUMEN

Ni el ambientalismo ni el ecologismo son doctrinarios. Son simpatías por descubrimientos científicos en materia de Historia Natural, de ciencia, simpatías por hábitos de vida. A lo sumo nos reconocemos como “especialistas en la investigación fundamental”.

Esta “investigación fundamental” nos lleva al incremento del conocimiento de los principios fundamentales de la naturaleza o de la realidad por sí misma, que fue lo que llevó a los científicos a establecer que EL AGUA, por ejemplo, es la base de la vida, tanto para los seres humanos como para todos los seres vivos del Planeta, y que no hay posibilidad de vida sin la presencia del agua.

De igual forma, son los suelos productivos, en todo el Planeta, junto al agua, los únicos capaces de producir alimentos para mantener a todas las demás especies animales terrestres y los procesos ecológicos terrestres y parte de los marinos.

Los cuatro procesos ecológicos esenciales se presentan en Loma Miranda: el ciclo del agua, los ciclos biogeoquímicos, el flujo de energía y la dinámica de las comunidades. Habiéndose mantenido estos procesos por millones de años, se presenta la disyuntiva de modificar en dos o diez años el trabajo de millones de años y millones de organismos, deteniendo esos procesos ecológicos que llenaron de vida a Miranda, y con ello, deteniendo la vida misma.

EL AGUA PARA EL DESARROLLO DE LA REPÚBLICA DOMINICANA.

El agua es imprescindible para producir alimentos, para el desarrollo económico y para la vida misma. Por eso la disponibilidad de agua es objeto de atención científica y política a los más altos niveles. Una persona necesita 100 litros de agua por día para tomar, asearse y cocinar; y que un país necesita 2,000 metros cúbicos por habitante/año para su desarrollo agrícola, industrial y energético.

El territorio dominicano dispone de algo más de 20.8 mil millones de metros cúbicos de agua superficial más 2,500 millones de metros cúbicos de agua subterránea, situando a la República Dominicana en la categoría de país con “problemas generales”.

Sin embargo, en años secos se redujo la disponibilidad per cápita, colocando al territorio en la categoría de “estrés hídrico”. Esta disponibilidad de agua ha evolucionado en las dos últimas décadas, previéndose un escenario de “estrés hídrico” para el año 2025, en el cual la disponibilidad se habrá reducido hasta los 1,538 m3/hab/año.

Haití está situada en el nivel crónico por disponer de sólo 300 metros cúbicos por habitante/año. A la República Dominicana le corresponde asegurarle el suministro de una media superior a 35.7 m3/seg, ascendentes a más de 1,100 millones de metros cúbicos por año.

La Cordillera Central produce 358 millones de metros cúbicos de agua por año, equivalentes al 54.29% de toda la escorrentía superficial dominicana, constituyente esencial de la garantía de desarrollo de 5,647,624 habitantes.

Utilizando la data disponible sobre recursos, disponibilidad, acceso, uso y medio ambiente, este índice ha sido calculado a 140 países, entre los cuales la RD quedó en la posición 64, Costa Rica en la 23 y Haití en la…140.

SOBRE EL PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL

Agradecemos al Presidente de la República Dominicana haber puesto los estudios necesarios para la preparación de la Ley de Ordenamiento Territorial, aunque con las reservas de lugar de que el actual grupo de técnicos del gobierno actual tengan la capacidad y la entereza para proponer un Plan de Ordenamiento Territorial apegado a la Constitución del 2010 y a las necesidades que tiene el país del mismo, así como a la Carta de la Tierra.

Sabemos que de los cuatro elementos base del planeta, “agua, tierra, aire y fuego”, todos deben perdurar conjuntamente con los seres vivientes que sobre ellos comparten el planeta y de una manera específica, nuestra isla. Pero la isla no tiene suficiente agua para un nivel de vida aceptable en la actualidad si contamos con los haitianos, y los dominicanos tenemos lo justo si la cuidamos!

La posición de la Asamblea Nacional Ambiental -ANA- en el Plan de Ordenamiento Territorial de la isla, es “Considerar el recurso agua como prioridad No.1 en todas las tomas de decisiones sobre el territorio”
El agua industrial proveniente de las minas la consumen los campesinos y dominicanos que habitan las ciudades. Y sucede también que el turismo dejará de venir al país el día que se entere que el agua y los alimentos dominicanos contienen metales pesados y contaminantes.

Se entiende entonces la razón de cuidar el agua y cuidar a los dominicanos que viven y consumen esta agua en sus vidas, como se entiende a científicos de la Academia de Ciencias, de la USAD, a la Iglesia Católica y de quienes han convencido al 95% de los dominicanos de que LOMA MIRANDA DEBE SER INTOCABLE POR LA MEGAMINERIA!!
LOS SIETE ERRORES SOBRE LA LEY MIRANDA.

Ha tocado a nuestra generación ser testigo de un nuevo capítulo en la lucha que enfrenta los intereses de quienes persiguen el bien común (vale decir, la defensa de los recursos naturales) y aquellos que entienden que con su aprovechamiento particular están "favoreciendo al desarrollo".

En una carta a la presidenta del Senado, el presidente Medina se expone a si mismo ante una serie de errores por los que el Estado ha permitido que lleguemos a un punto de polarización -casi sin retorno- a saber:
1- El fallo económico:

Darle aquiescencia a quienes han puesto hasta cifras de miles de millones de dólares sobre una supuesta "indemnización" no es más que una forma de condicionar la opinión pública con una amenaza que parte de que esos terrenos valen lo que FALCONDO dice que valen. Aspirar a que los precios del ferroníquel se mantendrán en alza y que siempre "será viable" esta concesión minera, es una obra de ficción que las propias estadísticas de la minera se han encargado de desmentir en sus decisiones recientes.

2- La debilidad ambiental:

Está de más insistir en las debilidades y controles medioambientales que aún afectan al país, pues de ser así la propia minera (Falcondo-Xtrata) hace ratos estuviera en el banquillo de los acusados. El Ministerio de Ambiente debió llevar la voz cantante en este NO rotundo que le ha dado la sociedad a las aspiraciones de la minera.
3- El AutoGol:

El estado dominicano no termina de aprender la lección a la hora de permitir que le "revendan" a precio grosero aquellos bienes y servicios que ha cedido a precio de vaca muerta.

4- El error político:

Al utilizar argumentos legales para dejar abierta la posibilidad de que un pedazo del territorio sea "explotado" para minería, es un acto de sacrificio innecesario para un presidente cuyos "números" no podrían ser mejores.

5- El vacío estratégico:

Haber permitido que la discusión, análisis y decisión sobre el tema Loma Miranda tomara los carriles que ha tomado, deja mucho que desear sobre la capacidad de previsión estratégica de un gobierno cuyo partido controla mayoritariamente el congreso bicameral.

6. El desenfoque legal:

Cuando el presidente cita truncamente el artículo 17 de la constitución en el sentido de que "los recursos naturales deben ser aprovechados…", al parecer obvió poner el párrafo íntegro.

Del mismo modo es un poco cuesta arriba aceptar el argumento esgrimido en esta carta al congreso, en el sentido de que se violenta el Artículo 51 de la constitución al "irrespetar la propiedad privada", pues visto así simplemente no será posible la creación nunca jamás de ningún otra área protegida, toda vez que cada pulgada de este país ya tiene dueño.

…y el error 7- Poner el candado después del robo.
A lo mejor si algo es positivamente rescatable de la carta del mandatario, es el llamado al poder legislativo para que proceda al conocimiento de una Ley de ordenamiento territorial como manda la propia constitución.