Santo Domingo, D.N.-Pese al pregón de Estado con garantía jurídica para la inversión extranjera, República Dominicana carece al día de hoy de visión diplomática para fortalecer sus relaciones internacionales en medio de un ajedrez mundial en el que hay que estar preparados para poder entender las movidas fichas de grandes potencias enfrentadas en una guerra económica.
El planteamiento es del doctor Miguel Antonio Rodríguez Cabrer, abogado, experto en derecho y relaciones internacionales y Embajador de Carrera quien ha servido a su país tanto desde el exterior como desde el Ministerio de Estado de Relaciones Exteriores por más de 40 años.
Hoy deplora que no haya voluntad política para la formación de funcionaros diplomáticas y consulares. Asegura que en el país se requiere cambiar la visión de que la Diplomacia es puro protocolo.
“Hasta que no se cree desde el Estado conciencia plena de que el país debe estar representado en el exterior por diplomáticos de carrera, que hayan pasado por el escalafón de menor grado hasta alcanzar el de Ministro Consejero y que se entienda la condición política pero con capacidad para las funciones de embajador, el país seguirá como el cangrejo”, advirtió.
El doctor Rodríguez Cabrer, quien a su salida de Cancillería abrazó a tiempo completo el mundo académico, valora el desempeño político que ha tenido el Presidente Danilo Medina desde su Gobierno.
Sin embargo, deplora que a poco más de dos años de ejercicio gubernamental el Presidente Medina haya trabajado con el mismo cuerpo diplomático que nombró el Presidente Leonel Fernández en combinación con el Canciller Carlos Morales Troncoso, el cual¸ a su juicio, sencillamente no sirve.
Filibusteros
“Aquí lo que no se entiende en todos los años es que el Diplomático debe servir a su país, no se va a servirse a sí mismo como tenemos embajadas llenas de bucaneros, filibusteros, piratas y corsarios, que tienen patente de corso para hacer lo que quieran”, expresó.
Con la parsimonia que dan los años, en su voz firme y seguro de sí, el doctor Rodríguez Cabrer reconoce que el país ha tenido buenos funcionarios diplomáticos y consulares, aunque ahora hay quienes se confunden y creen que es lo mismo; obviando que la ignorancia es atrevida.
Legado
Dijo que para que hayan buenos funcionarios diplomáticos se requiere seguir fortaleciendo la Escuela Diplomática y Consular, al igual que trabajar en la formación de ese personal a través de las universidades como debe ser para que vayan a servir al país en una rama que, como las relaciones y el derecho internacional y lo que envuelve la diplomacia, requiere de hombres capaces y comprometidos con su país, no con apetencias personales.
En ese orden, el doctor Rodríguez Cabrer recordó que como Embajador y Director cuatro años de la Escuela Diplomática y Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores, hoy “Instituto Superior de Formación Diplomática y Consular Dr. Eduardo Latorre”, hizo todo el esfuerzo posible para lograr que desde el Estado se pudieran publicar 36 obras distintas sobre el derecho diplomático, historia dominicana, el derecho internacional, el tema de la Agricultura Orgánica y todo material didáctico tendente a orientar a los funcionarios sobre el nuevo orden mundial.
Citó entre los textos publicados en la Escuela Diplomática y Consular de la Cancillería “Siete Tomos sobre Cátedras Magistrales”, tres de los cuales habían sido iniciativa de la anterior directora, la doctora Luisa Navarro; también “Evolución Jurídica de la Secretaría de Relaciones Exteriores 1944-2001”; “Ceremoniales, Condecoraciones y Jefes de Protocolo de la República Dominicana” y “Definiciones, Notas y Apuntes de Derecho Internacional Público”, estos tres últimos de su autoría.
El doctor Rodríguez Cabrer es Miembro Honorario de la Asociación de Diplomáticos Escritores. Ha sido docente en casi todas las universidades de su país durante 22 años, en las áreas de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas; actualmente es Director de ambas carreras en la Universidad del Caribe.
“La idea es que se contribuya a formar a los diplomáticos no importa que sea en los ministerios o en las universidades privadas. Las universidades privadas entiendo que lo están haciendo muy bien. Ahora, para ingresar a la Carrera Diplomática y al Ministerio de Relaciones Exteriores hay una Ley que establece muy claramente los requisitos. No porque yo me gradué de licenciado en Relaciones Internacionales ya puedo entrar al cargo de embajador”, sostuvo.
Dijo que aunque hay un Escalafón Diplomático, como los guardias tienen desde guardia raso hasta general, en la Diplomacia hay un escalafón diplomático que se empieza desde agregado y se llega a Embajador. “Por lo menos se nombran embajadores políticos. Los que hay intelectualmente no sirven”, afirmó.
Retos
Con su visión de pre-ciencia sobre el mundo diplomático, al embajador Miguel Antonio Rodríguez Cabrer la preocupa sobremanera el rumbo que lleva al barco dominicano en términos diplomáticos.
Hace 14 años tuvo la visión de publicar desde la Cancillería dominicana un libro sobre el futuro de la Agricultura Orgánica, de la autoría del doctor Iván Gatón, pese a la oposición del Canciller de entonces; sin embargo, hoy día el clúster orgánico de Europa es banano orgánico de República Dominicana.
Sabe que como fuente del saber los libros constituyen la memoria histórica de todos los pueblos, de ahí su insistencia en que los funcionarios dominicanos del servicio exterior y los que han de formarse requieren de fuentes bibliográficas e informaciones que les permitan mantenerse actualizados para poder entender temas como el interés geoestratégico de Estados Unidos en la Euro-Asia, el porqué de las sanciones económicas y disciplinarias de Unión Europea contra Rusia o el interés de las potencias en Ucrania.
Planteó que el país cuyos funcionarios desde el más mínimo hasta el de mayor rango no entienda que Irán en componenda con Estados Unidos y Arabia Saudita le dieron un golpe de Estado a Irak para desestabilizarlo, entonces está preso y seguirá con la brújula perdida.