Mientras que los países de la OCDE reducen la desigualdad en más de un 35% a través de la recaudación de impuestos y el gasto social, en Latinoamérica y el Caribe esta reducción es de menos de un 10%.
La organización global para el desarrollo Oxfam llama a los gobiernos de la región a adoptar medidas que maximicen el potencial redistributivo del sistema tributario e incrementen la inversión social.
Los gobiernos de América Latina y el Caribe deben implementar reformas fiscales que beneficien a toda la ciudadanía y no sólo a las élites económicas y políticas, de acuerdo al informe “Justicia fiscal para reducir la desigualdad en Latinoamérica y el Caribe” que Oxfam publica hoy.
El informe resalta los bajos niveles de recaudación de impuestos de la región, en contraste con las grandes necesidades sociales. Según Oxfam, la falta de voluntad política de los gobiernos para recaudar impuestos sobre la renta y la riqueza favorece a quienes más tienen y deteriora la calidad de vida de la ciudadanía con menores ingresos. El documento apunta también que las empresas en Latinoamérica y el Caribe (LAC) registran niveles de evasión que van del 46% en México al 65% en Ecuador, sin suficientes sanciones a los evasores.
“Según el Banco Mundial, mientras que un 40% de la población latinoaméricana ha pasado a un grupo de ingresos superior en la última década,en República Dominicana, menos del 2% de la población escaló a un grupo de mayores ingresos y casi un 20% cayó a un grupo de menores ingresos”, afirma Rosa Cañete Alonso, Directora Oxfam en República Dominicana y coordinadora de la campaña de Oxfam contra las desigualdades en Latinoamérica y el Caribe.
“La pobreza y las desigualdades son evitables y no caen del cielo. El diseño del sistema fiscal es un espejo de la voluntad política de los gobernantes para crear una sociedad más equitativa o una más desigual. El análisis que hicimos de los sistemas fiscales de la región muestra que están moldeados para el beneficio de las élites económicas y políticas y no de las mayorías”, asegura Cañete.
A pesar del crecimiento económico y de la reducción de la pobreza en la región durante la última década, LAC sigue siendo la región más desigual del mundo. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en América Latina y el Caribe el 28% de sus 575 millones de habitantes viven en la pobreza.
“Los gobiernos de la región no están dispuestos a pagar el costo político de mejorar la recaudación de los impuestos que gravan la riqueza. Por ello los sistemas fiscales dependen de los impuestos al consumo, como el ITBIS, los cuales terminan pesando más sobre los pobres”, explica Cañete.
Según Oxfam, la desigualdad de los sistemas fiscales de la región también se ve reflejada en las grandes exenciones tributarias que los gobiernos conceden a las empresas locales y multinacionales. “Estas exenciones refuerzan la acumulación de riqueza de las élites y al final es la población más vulnerable que paga las consecuencias al no contar con servicios públicos de calidad, teniendo en muchos casos que acudir a servicios privados tanto de salud como de educación”, señala Cañete.
Oxfam también advierte que la permisividad de los gobiernos con los paraísos fiscales es un claro incentivo a la evasión y elusión fiscal de empresas y multimillonarios. De acuerdo al informe, los impuestos que generarían sólo el 3,5% de los capitales latinoamericanos que están escondidos en paraísos fiscales, sería suficiente para que 32 millones de personas salgan de la pobreza. Es decir, todas las personas pobres de Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador y Perú.
Oxfam hace un llamado urgente a los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe a que garanticen que los sistemas fiscales reduzcan las desigualdades y protejan los derechos de las mayorías. Entre las recomendaciones que hace Oxfam destacan que los gobiernos prioricen y financien políticas públicas que enfrenten la desigualdad desde sus raíces, ejerzan una mayor presión para que quienes tienen más contribuyan más, instauren cero tolerancia al fraude fiscal y acaben con la falta de transparencia de los paraísos fiscales.