Representantes del gobierno y de organizaciones de la sociedad civil pasaron revista a la situación de la pobreza y la desigualdad, el nivel de ingreso, el desempleo, la situación de la niñez y la adolescencia, la situación de la población envejeciente y la de la población LGTB (lesbianas, gay, transexuales y bisexuales) durante dos jornadas celebradas en Santo Domingo como parte del seguimiento a la Agenda de El Cairo.
Las jornadas, celebradas en el hotel Crown Plaza, en la zona del Malecón, fueron convocadas por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) y auspiciada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA), con su oficina radicada en el país.
La delegación oficial estuvo integrada, además del MEPyD, por los ministerios de Relaciones Exteriores, de Educación, de Salud Pública, de la Mujer, de la Juventud y de Cultura. Participaron también representantes la Procuraduría General de la República, del Consejo Nacional de la Población Envejeciente (CONAPE), del CONAVI/SIDA, la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL) y el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI).
Participaron representantes de unas 15 entidades de la sociedad civil cuyo trabajo está vinculado con los diferentes temas de la agenda del Programa de Acción de El Cairo, que fue acordado en la Segunda Conferencia Mundial de Población y Desarrollo (CIPD, por sus siglas en inglés), realizada en Egipto en 1994.
Los trabajos se enfocaron a examinar también los problemas de desarrollo relativos a la juventud, la salud materna, la educación y el medio ambiente, entre otros, informó Juan Monegro, Viceministro de Planificación del MEPyD, según una nota de la Unidad de Comunicaciones de la institucióne estatal.
Entre las conclusiones de ambas jornadas están la importancia de que se mantengan los esfuerzos de política para que el crecimiento económico sea alto y sostenido como forma de motorizar el desarrollo social.
Asimismo, se convino “fomentar e implementar las políticas públicas adecuadas para que ese crecimiento sea incluyente, genere empleos de calidad y mueva a la baja los altos niveles de pobreza, estimados actualmente en un 36% en el país”, explica una nota informativa de la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.
Los participantes se pronunciaron porque las políticas de desarrollo tomen en cuenta la dinámica de la población, tomando en cuenta un mayor aprovechamiento del denominado “bono demográfico”, que consiste en que la población en edad de trabajar (PET) es mayor que la población económicamente dependiente (o sea, niños y adultos), lo que permite aprovechar ese gran potencial productivo.
La República Dominicana tiene un bono demográfico que se estima durará 20 años más, “pero una situación de alto desempleo, principalmente en los jóvenes, significa un desperdicio del bono demográfico”, afirmó Juan Tomás Monegro, viceministro de Planificación del MEPyD.
Entre las situaciones de desarrollo más deploradas por los representantes del Gobierno y sociedad civil estuvieron el alto nivel de la mortalidad materna en el país: 106 muertes por cada 100,000 nacidos vivos; el alto nivel de la mortalidad infantil: 32 por cada 1,000 nacidos vivos; la violencia de género, que en lo que va de año, 84 mujeres fueron asesinadas, según los datos del Ministerio de la Mujer.
Tanto los delegados de la parte de Gobierno como de la sociedad civil coincidieron en valorar que el enfoque de población y desarrollo y los temas de El Cairo han permeado el enfoque y los instrumentos de planificación de la políticas públicas.
“Permearon la formulación de la Estrategia Nacional de Desarrollo y también la formulación de las reformas a la Constitución en 2010; en nuestra Carta Magna están constitucionalizados la generalidad de los derechos humanos, que son referentes de los temas y objetivos del Programa de Acción de El Cairo”, afirmó Monegro.
Agregó que “esto conduce a que las políticas públicas, las leyes que dan pie a la formulación de políticas públicas deban tender a ser convergentes con los principios de El Cairo, con los derechos de las personas, con el desarrollo sostenible y con lo que será la Agenda de Desarrollo Post 2015”, agregó el viceministro de Planificación del MEPyD.
En lo que respecta a la sociedad civil, ambas jornadas produjeron una amplia gama de propuestas para que las políticas públicas plasmen mejor en el futuro y con mayor efectividad el enfoque de desarrollo centrado en la población. Entre sus propuestas están que el Estado se emplee más en aplicar un enfoque de derechos humanos, que dé mayor participación a la población en la planificación y se fomente con mayor efectividad un patrón de consumo y producción sostenibles.
Agrega la nota que ambas jornadas coincidieron en la importancia de avanzar en la construcción de territorios más articulados, integrados, cohesionados y ordenados y se insistió en la necesidad de contar con los instrumentos adecuados para hacer una mejor gestión del desarrollo territorial. Igualmente, los participantes expresaron la necesidad de que se legisle para un mejor ordenamiento en el país.
Otros temas abordados fueron la gestión de riesgos y la construcción de “resiliencia” (capacidad de aguante de las infraestructuras económicas y de la sociedad) frente a desastres naturales causados por los efectos del cambio climático.
Asimismo, el diseño y aplicación de políticas más efectivas para la población envejeciente actual y futura, pues en la actualidad la población envejeciente se estima en 984,000 y para el 2030, una de cada tres personas será envejeciente), lo que pone en evidencia la importancia de políticas para ampliar la cobertura de protección y seguridad social.
“Hemos dialogado sobre desarrollo de una manera integral, sostenible, con la población y sus derechos como centro. Esta es la manera nueva y buena de enfocar el desarrollo, y en esto hay un altísimo grado de coincidencia entre la visión del Gobierno y la de la sociedad civil”, apuntó Monegro.
El funcionario explicó que todos son temas integrantes del Programa de Acción de El Cairo y a los que las políticas públicas han de tener como referentes para alinearse con la estrategia de desarrollo mundial que serán los objetivos de desarrollo sostenible y la Agenda post 2015. Esta Agenda y el Programa de Acción de El Cairo para los próximos 20 años deben ser convergentes.