Santo Domingo. La Asociación Dominicana de Productos de Cigarrillos (ASOCIGAR) reiteró hoy su preocupación por la estabilidad de la industria productora de cigarrillos del país, ante el incremento desmesurado del contrabando en el comercio. Diferentes estudios han indicado dicha realidad, incluyendo el reciente publicado por el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), en el que se evidencia que el aumento desproporcional de la tasa de impuestos del cigarrillo en República Dominicana es una de las principales causas que ha generado el importante acrecentamiento del comercio ilegal.
Las declaraciones fueron emitidas por el señor Marcos Bisonó, Vicepresidente Ejecutivo de ASOCIGAR, quien destacó que el comercio ilícito ha crecido de manera preocupante, a niveles cercanos al 15%, así como una importante proliferación de más de 20 marcas de cigarrillos ilegales, conllevando una caída en la recaudación del Gobierno e incremento en las actividades delictuales del país
De acuerdo a dicho estudio del CREES, el comercio ilegal de cigarrillos representó más de un 12% del total producido por la industria local en el año 2013, situación que ha provocado que la recaudación del Gobierno por concepto de impuesto selectivo al consumo de cigarrillos se haya reducido en los últimos cuatro años.
Estudio CREES:
En dicho reporte el CREES indica que este tipo de comportamientos es también verificable en economías en vías de desarrollo como en las de los países más desarrollados. El estudio sostiene que, al igual que en otros países, como Canadá por ejemplo, el comportamiento del contrabando ha estado relacionado con el nivel de impuestos a los cigarrillos.
De acuerdo al artículo del CREES, en Canadá se evidencia que entre los años 1994 y 1997 el impuesto se redujo a la mitad y el contrabando llego a su nivel más bajo. De 456,000 cartones decomisados en 1994, la cifra se redujo a 29,000 en 2001; una reducción de más de 93%. Sin embargo, cuando el ISC fue incrementado en el año 2002 el contrabando se hizo más rentable y creció a niveles superiores a los de los años anteriores a la reducción de impuestos.
Señaló además Bisonó que “esta situación no solo afecta a la industria legal que además aporta mano de obra formal, inversión en tecnología y compra de tabaco en el campo Dominicano, sino que a su vez, es un impacto directo a las recaudaciones fiscales del Estado y, lamentablemente, es una limitante adicional a la capacidad del Gobierno dominicano para su accionar en sus programas sociales”.
Dijo asimismo que el fenómeno del comercio ilícito de cigarrillos es una práctica que ha estado sujeta a numerosos estudios a nivel internacional, donde se ha podido comprobar la relación directa que existe entre el contrabando de cigarrillos y redes criminales que utilizan este tipo de práctica con fines de financiar sus operaciones delictivas.
Según investigaciones y reportes publicados por la Organización Mundial de Aduanas, el tráfico de cigarrillos es, una de las fuentes principales de financiamiento de actividades terroristas en varias partes del mundo. “En República Dominicana la práctica de contrabando es un tema que usan las bandas criminales para su financiamiento. Es importante que el Gobierno dominicano considere esto, ya que es algo que afecta a la sociedad en general y, particularmente, a comunidades donde el comercio ilegal es una práctica común”, indicó Marcos Bisonó.
En el estudio elaborado por CREES se concluye que “la experiencia internacional en países con mejores instituciones que las nuestras para la persecución del contrabando indica que esta práctica ilegal llega a desbordar la capacidad de las autoridades para detenerlo. Si los incentivos son altos, aumenta el atractivo del negocio ilegal; y mayor tiende a ser la participación de diferentes sectores de la sociedad en el mismo, incluso con involucramiento de mafias internacionales y grupos terroristas”.