Funcionarios dominicanos y colombianos debatieron este jueves sobre la cooperación entre países latinoamericanos y caribeños o sur-sur, la cual disminuye la dependencia histórica de la condicionada por naciones desarrolladas.
Se trata de un seminario de dos días auspiciado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) dirigido a las instituciones que integran el Gobierno Central.
El seminario “Las oportunidades de la cooperación internacional sur-sur en República Dominicana, a partir de la experiencia colombiana”, se fundamenta en la experiencia de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Desarrollo (APC), informó en una nota la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.
La actividad fue abierta por el viceministro de Cooperación Internacional, Inocencio García y por el embajador colombiano, Roberto García Márquez, quien acompañó a los expositores Ana María Chaparro y Fernando Nivia-Ruiz de APC, y Karina Mañón, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por el país representantes de los ministerios de Relaciones Exteriores, Industria y Comercio, Presidencia, Turismo, Medio Ambiente, Interior y Policía, Cultura, Salud Pública, Educación Superior, la Procuraduría General, la Policía Nacional y, entre otras direcciones generales, la de Cooperación Multilateral.
El objetivo general del seminario es aportar al fortalecimiento institucional de las entidades del Gobierno Central a través de la exposición y discusión de oportunidades de esta cooperación, como herramienta de política exterior a partir de las experiencias colombianas.
El específico presentar los principales conceptos, características, modalidades y principios de esta cooperación, resaltando el rol dual de los países en desarrollo en el Sistema Internacional de Cooperación al Desarrollo, informó el organismo.
En el seminario son presentados los avances de Colombia en gestión del conocimiento, privilegiando la documentación, la difusión y promoción del “saber hacer”, a fin de incrementar la calidad de esta modalidad de cooperación.
El viceministro García, al introducir el tema “Sistema Dominicano de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Sinacid)”, resaltó del modelo sur-sur la horizontalidad del mismo, el respeto a la soberanía de los países participantes y destacó que el seminario es una muestra de fortaleza de las relaciones domínico-colombianas.
Agregó que la cooperación sur-sur permite a la República Dominicana conocer la nueva reconfiguración del sistema de cooperación que tiene lugar a nivel mundial y rebasa las características de la cooperación norte-sur.
Y el embajador García Márquez consideró que los indicadores económicos de los países latinoamericanos y caribeños se sitúan en un rango de naciones que ya no necesitan de la ayuda del primer mundo.
“Creo que es una realidad que la evidenciamos todos los días en los medios de comunicación y lo vivimos en los sectores productivos de bienes y servicios de nuestras naciones que, sin embargo, todavía tienen cosas muy precarias”, para cuya resolución aconsejó el apoyo mutuo entre ellas.
Citó luego la referencia del presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien en un libro sobre “La tercera vía” cuando fue ministro de Economía dijo que el gobierno debe estar inmerso en todo el sistema hasta donde sea necesario, y la empresa privada en todo lo que sea posible.
Este primer día de seminario que concluirá este viernes, el expositor Nivia-Ruiz, responsable de la cooperación sur-sur de la Presidencia de Colombia para la cuenca del Caribe, llamó la atención de que la cooperación o conocimiento acumulado puede estar a veces en una de las regiones del mismo país que la requiere a otro.
En ese sentido aclaró que esto es debido a que la cooperación la hacen los actores, no los ministerios ni las agencias, los que tienen como rol coordinarla, y advirtió sobre la necesidad de que los actores compartan información.
En tanto el viceministro García aclaró en ese sentido que en el país la cooperación es un sistema dentro del Sistema Nacional de Planificación e Inversión Pública y que por tanto el MEPyD, que la coordina, no debe ser visto como una “policía” de la cooperación.