Por Elton Alisson
Agência FAPESP – El plagio, la falsificación y la fabricación de resultados científicos han dejado de ser problemas exclusivos de las potencias en la producción científica, tales como Estados Unidos, Japón, China o el Reino Unido.
Este análisis estuvo a cargo de Nicholas Steneck, director del programa de Ética e Integridad en la Investigación Científica de la University of Michigan, de Estados Unidos, en el marco de una conferencia dictada durante el 3º BRISPE – Brazilian Meeting on Research Integrity, Science and Publication Ethics, realizado durante los días 14 y 15 de agosto en la sede de la FAPESP.
Según Steneck, por haber alcanzado una escala global, es necesario que las universidades, las instituciones de investigación científica y los organismos de fomento del sector en todo el mundo realicen acciones coordinadas para afrontar estos temas con el fin de no poner en riesgo la integridad de la ciencia como un todo.
“Inicialmente, la mala conducta científica era un problema restringido a unos pocos países, como Estados Unidos, por ejemplo. Pero ahora, naciones emergentes en ciencia como Brasil ‘se han juntado al club’, en razón del aumento de la visibilidad de sus investigaciones, y han sido impactadas de manera negativa debido a este problema”, dijo Steneck, uno de los mayores expertos mundiales en integridad en la investigación científica.
Durante los últimos años, según Steneck, ha empezado a observarse un aumento global de la cantidad de casos notificados de mala conducta científica. Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) sobre las causas de la revocación de 2.047 artículos científicos, indexados en el repositorio PubMed y producidos por investigadores de 56 países, reveló que tan sólo 21,3% de las revocaciones correspondía a errores.
Por otro lado, se adjudicó el 67,4% de las revocaciones a la mala conducta científica, según el estudio. De éstas, el 43,4% se debió a fraudes o sospechas de fraudes, el 14,2% a la publicación duplicada y el 9,8% a plagios. Estados Unidos, Japón, China y Alemania respondieron por las tres cuartas partes de las revocaciones.
Los autores del estudio estiman que el porcentaje de artículos revocados debido a fraudes aumentó alrededor de un 10% desde 1975, cuando los primeros casos de mala conducta científica empezaron a salir a la luz.
Otro estudio, publicado en PLoS Medicine, se valió de datos de la base Medline, referentes a artículos publicados hasta junio de 2012 que abordaron el tema de la mala conducta científica, para intentar abordar el problema en los países de economías en desarrollo.
Según los autores, pese a los pocos datos disponibles, el resultado del análisis indica que el problema es tan común en los países emergentes como en los más ricos y con mayor historial científico.
“Vemos que existen más casos de mala conducta científica actualmente que hace 10 años, pero no sabemos si la cantidad de casos está aumentando o si es que se están descubriendo y revelando”, declaró Steneck a Agência FAPESP. “El hecho es que la gente está prestando más atención al problema de la mala conducta científica, y se han informado cada vez más casos.”
En tanto, en otro estudio, dado a conocer en abril en el Journal of the Medical Library Associaton, se detectaron 20 países con las mayores cantidades y porcentajes de artículos del área de Ciencias Biomédicas revocados debido a problemas de plagio y duplicación de datos, publicados entre 2008 y 2012 e indexados en PubMed.
Dicho estudio apuntó que Italia, Turquía, Irán y Túnez responden por el mayor porcentaje de artículos revocados por problemas de plagio, en tanto que Finlandia, China y nuevamente Túnez presentan el mayor índice de artículos revocados en razón de la duplicidad de su publicación. Brasil ocupa el 17º puesto en el ranking general, inmediatamente detrás de España y adelante de Finlandia, Túnez y Suiza.