Como bien lo ha visualizado el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) por medio de su dirección técnica, el país está actualmente sumergido en un proceso social y político que le conduce inexorablemente a los grandes cambios y transformaciones que urgen y reclaman todos los componentes de la sociedad dominicana junto con la transición generacional.
Por: Dr. Ysócrates Andrés Peña Reyes (Abogado y Politólogo)
Lo mismo es la resultante natural, del desarrollo sociopolítico por el que se encamina nuestra nación, imponiendo una nueva forma de pensar, la cual está conduciendo a la población y a sus instituciones a un accionar que impone a nuestras entidades políticas y a sus liderazgos en todos los niveles, a cambiar de rumbos y a tener una correcta visión, para con ello asumir un mejor rol político y social.
Dicho proceso camina sobre bases firmes, dado los sólidos niveles de preparación que se están logrando en todos nuestros estratos sociales junto a los liderazgos emergentes que engendran las nuevas generaciones.
Hoy en día en nuestra población más pobre así como la de mayores recursos económicos, es palpable una firme convicción y un adecuado conocimiento de cómo debe generarse el progreso social, y además, sobre cual es el mejor rumbo a seguir para lograr el desarrollo y para obtener reales soluciones a los diversos problemas que afectan nuestra nación.
Existe un accionar y vigilancia colectiva en la que participan en forma activa pobres y ricos, el campo y la ciudad, en procura de que no se fracase bajo ninguna circunstancia en las grandes y pequeñas iniciativas encaminadas a motorizar con eficacia al progreso social y el real desarrollo.
Se ha producido un mayor grado de conciencia, y sobre todo, que nuestros problemas no pueden ser solucionados por un líder determinado o por grupos de intereses, sino que su solución debe depender del nivel de preparación, capacidad, vocación de bien y la disposición de concertación que se logre a nivel de todas nuestras instituciones.
Los grandes cambios que experimenta la sociedad dominicana, conduce a los sectores gobernantes, a los partidos, a todas nuestras entidades y a los diversos liderazgos, acoplarse a los nuevos tiempos, así como, a sus requerimientos y exigencias, a fin de no quedarse rezagados en las labores a que están llamados a cumplir como instrumentos del desarrollo nacional.
Todo lo expuesto, requiere de los diferentes sectores y esencialmente de nuestras instituciones políticas y sociales, reafirmar sus tareas y responsabilidades dentro de los lineamientos que ha venido proponiendo el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), constituyéndose en motores y guías de una etapa y proceso histórico que nos enrumba hacia nuevos horizontes y al establecimiento de una mejor República Dominicana.