El ex gobernador del Banco Central Guillermo Caram instó al gobierno a parar el endeudamiento cuyo exceso expone el país a una estampida de capitales ante una eventual denegación de nuevos préstamos que llegará más temprano que tarde y afectará las recaudaciones y la estabilidad económica.
Llamó la atención de que no puede seguirse la tendencia de una deuda pública que en el periodo 2004-2012 se incrementó ocho mil millones de dólares, unos mil millones cada año, casi cuatro millones por día laborable.
Caram, entrevistado por Manuel Jiménez y Felipe Ciprian en Propuesta de la Noche por Digital 15, se refirió a este aspecto al opinar sobre la advertencia del Banco Mundial sobre el nivel de endeudamiento del país, 40% más que lo que produce, el PIB.
Consideró que esa deuda es manejable debido a que su mayor volumen es con Venezuela que por su gobierno revolucionario es solidaria, con Estados Unidos que es el mayor socio comercial del país, y con España que es la madre patria.
“Pero ante un ritmo de endeudamiento de cuatro millones de dólares diarios hay que revertir esa tendencia en algún momento, corrigiendo el excesivo gasto público que la origina, por gastarse más de lo que se recauda, en burocracia, subsidios, en pagos de intereses y comisiones que sumado al principal (el capital), nada queda”, agregó.
Caram comentó que las reducciones del gobierno en algunos gastos corrientes son insuficientes ante la duplicación de inversiones públicas que heredó de la gestión de Leonel Fernández, que casi duplicó lo previsto para 2012.
Advirtió que debe cesar también el sistema de exenciones a los combustibles y un precio inequitativo en electricidad, determinado por un sistema de compras que lleva a elevar el déficit energético y fiscal.
Comparó que mientras en los gobiernos de su líder Joaquín Balaguer los gastos corrientes se pagaban con recaudaciones propias y sobraban el 40% para inversiones, hoy esos mismos gastos se pagan con el 96% de las recaudaciones, lo que obliga a una modificación en el sistema fiscal.
Advirtió empero que en estos momentos las discusiones y pactos e incluso la Estrategia Nacional de Desarrollo son sólo formalidad y protocolo, no convencimiento ciudadano para el consenso y los pactos.
“El problema es convencernos de cuál es el camino a seguir para lograr un consenso y un pacto nacional que no percibo en el ambiente nacional, en el gobierno ni en el sector privado, y una situación nacional sin una instancia adecuada de concertación, porque los concertadores tradicionales han perdido credibilidad y capacidad de convocatoria”, enjuició.
“Cuando al gobierno se le niegue una solicitud de préstamo se producirá una estampida que afectaría no sólo la fiscalidad sino también la estabilidad económica, porque las inversiones en el país no son sólo para financiar el gasto público sino también para equilibrar la balanza de pagos”, subrayó.