El cazabombardero F-22 o Raptor es invisible. Es un caza de última generación que el ejército de EEUU ha estrenado en Siria. Tiene un solo piloto, es indetectable, letal y cuesta 350 millones de dólares (272 millones de euros), lo que le convierte en el caza más caro de la historia de la aviación, según la revista Time.
Según su fabricante Lockheed Martin, este es el único avión de combate capaz de desarrollar simultáneamente misiones aire-aire y aire-tierra. Es considerado el jet de combate más avanzado en el mundo, gracias a su habilidad para evadir la detección por radar. Puede alcanzar los 2.472 kilómetros por hora.
El F-22 puede portar una gran variedad de armas, incluyendo las llamadas bombas "inteligentes" de 500 kilos. Con su velocidad y sus sistemas antidetección, es capaz de disparar bombas guiadas por láser a 25 kilómetros del blanco. También hace posible la identificación de objetivos antes de las misiones de lanzamiento de misiles de crucero.