El Comité Nacional de Lucha en contra del Cambio Climático advirtió que con las plantas de carbón que se construyen en Punta Catalina se producirá una catástrofe sanitaria y ambiental de grandes proporciones en la provincia Peravia y se duplicarán las emisiones de dióxido de carbono del país reforzando el cambio climático cuyos efectos amenazan gravemente al territorio y la población de la República Dominicana.
La advertencia está contenida en un documento que el organismo elaboró como resultado del análisis que efectuó del Estudio de Impacto Ambiental de las plantas de carbón a ser construidas en Punta Catalina, Provincia Peravia, realizado por encargo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), ODEBRECHT y la Constructora Estrella, y que fuera depositado el 29 de julio de este año, en el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, como requisito para solicitar la licencia ambiental a favor de este proyecto.
El Comité Nacional de Lucha en contra del Cambio Climático afirmó que de este Estudio de Impacto Ambiental se pueden claramente identificar y cuantificar los terribles daños que producirán estas planta de carbón mineral en la salud y en el ambiente de las comunidades aledañas a Punta Catalina.
Se duplicarán las emisiones de dióxido de carbono del país
Señaló que de los datos aportados por este estudio patrocinado por los mismos promotores de este proyecto, estas dos plantas emitirán 14,504.88 toneladas diarias de dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero causante del cambio climático, en un momento en que todos los países del mundo se están comprometiendo a reducir estas emisiones.
Manifestó que por la tecnología atrasada y deficiente de los filtros de las chimeneas, según las especificaciones que presenta este estudio, estas plantas arrojarán a la atmósfera cada día, además de partículas de metales pesados, 30 toneladas de dióxido de nitrógeno y 30 toneladas de dióxido de azufre, gases altamente tóxicos y el segundo de estos causantes de lluvias ácidas que afectarán a los cultivos del valle de Baní.
El Comité explicó que estos grande volúmenes de emisiones de estos gases y partículas que producirán estas plantas se deberá, como se puede leer en el Estudio de Impacto Ambiental elaborado por encargo de los propios auspiciadores de este proyecto, a que la tecnología que se utilizarán es la subcrítica, que es la tradicional y muy atrasada, y a que el carbón mineral con que operarán contiene menos del 3% de azufre.
Aclaró que este contenido de azufre es muy alto si se compara con el carbón que utilizan las plantas de ITABO I y II, que es de menos del 1%, lo que quiere decir que el carbón que emplearán las plantas de Punta Catalina será importado de los EUA probablemente por ser más barato, pero posee una mayor cantidad de azufre y de mercurio que el carbón colombiano que es el que hasta ahora se ha utilizado en el país.
Miles de toneladas de cenizas y de escorias
Expuso que también se puede inferir del Estudio de Impacto Ambiental patrocinado por la CDEEE y sus socios, que estas plantas producirán al año 174,140.07 toneladas de cenizas y 14,155.26 toneladas de escorias.
“Cada año tendremos en Punta Catalina tres veces y media la cantidad de cenizas del rocash que ilegalmente se importó desde Puerto Rico, en el 2004 y que fueran colocadas en Arroyo Barril de Samaná y Bahía Manzanillo de Montecristi, causando en ese entonces una emergencia sanitaria y medioambiental en el país”, indicó.
El Comité informó que estos grandes depósitos de cenizas y de escorias que se incrementarán todos los años, estarán situados a 800 metros del Batey San José, a menos de dos kilómetros de Catalina, y a menos de 4 kilómetros de Paya, donde residen 15 mil habitantes.
Aclaró que en este estudio ambiental de la CDEEE y sus socios no explican cómo manejarán estas montañas de cenizas y de escorias, lo que constituye una irresponsabilidad que no debería ser aceptada por el Ministerio de Medio Ambiente y de Recursos Naturales ni por las autoridades sanitarias.
El organismo planteó que estas cenizas contienen elementos tóxicos que además de afectar la salud de la población, contaminan los acuíferos y los cultivos.
Enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cánceres pulmonares y de piel
“Las emisiones de la combustión del carbón mineral de estas plantas, junto con el polvillo desprendido del carbón y de las escorias, así como las cenizas en contacto con el aire, el suelo y el agua, acarrearán una mayor incidencia y prevalencia de enfermedades respiratorias, especialmente en niños y en adultos mayores, padecimientos cardiovasculares y cánceres pulmonares y de piel”, adujo el Comité.
Dijo que en el Estudio de Impacto Ambiental de los promotores del proyecto no se incorporaron al costo de operaciones de estas plantas el costo que supondrá la asistencia médica de las personas afectadas en su salud ni de la remediación de los daños al medio ambiente y a las actividades productivas por los impactos de esta central termoeléctrica. “Por el contrario, este estudio minimiza u oculta estos daños”, acotó.
Punta Catalina, el peor sitio para una planta de carbón
El Comité Nacional de Lucha en contra del Cambio Climático llamó la atención de que la ubicación de estas plantas en Punta Catalina amplía los daños del impacto que causarán, ya que la brisa proveniente del sureste arrastrará las emisiones, el polvillo del carbón y de las escorias y las cenizas hasta la zona más poblada de la provincia que es la ciudad de Baní, con una población de alrededor de cien mil habitantes, las áreas de mayor cultivo y hacia las montañas donde están situados los Parques Nacionales Padre Luís Quinn y Máximo Gómez, y la reserva científica de Leonard Erik Ekman.
“El mismo Estudio de Impacto Ambiental de la CDEEE y de sus socios reconoce este impacto y admite que las plantas estarán situadas en un lugar expuesto a fuertes oleajes y a fenómenos hidrometerológicos como tormentas, huracanes y otros, además de ser una zona sísmicamente activa, con fallas tectónicas y regionales activas, lo que permite establecer que las magnitudes sísmicas esperadas son del orden de M=7.0R”, agregó.
“En ningún lugar del mundo se deben construir plantas de carbón mineral, pero Punta Catalina debe ser uno de los peores lugares para hacerlo por los riesgos que corren las instalaciones y por el incremento de los impactos en la población a causa de su ubicación”, explicó.
Por energías limpias, renovables y eficientes
El Comité Nacional de Lucha en contra del Cambio Climático recomendó que no se construyan estas plantas de carbón mineral o de hacerse que se utilicen otros combustibles menos contaminantes o combinar el empleo de fuentes convencionales que no sea carbón mineral, con renovables.
“La República Dominicana debe desechar la utilización del carbón mineral para la generación eléctrica como un compromiso con la comunidad internacional de contribuir a la mitigación del cambio climático, siendo uno de los países más afectado y más amenazado por este fenómeno”, sugirió.
Aseguró que con estas plantas no se solucionará la crisis energética ni se acabarán los apagones, a pesar de la muy alta inversión que costará su construcción y el sacrificio que supondrá para la población de la provincia de Peravia los graves daños que recibirá en su salud y en su medio ambiente.
Manifestó que la solución de esta crisis depende de la eliminación de las pérdidas técnicas y por fraudes que llegan a un 35% de la energía producida, del cambio gradual de matriz energética basada en combustibles fósiles por fuentes de energías limpias, eficientes y renovables que permitan la soberanía energética del país, y de establecer un marco legal y contractual beneficioso para la nación diametralmente opuesto al Acuerdo de Madrid y a los onerosos contratos vigentes suscritos con las empresas privadas de generación eléctrica.