El Papa Francisco expulsó de la Iglesia Católica este lunes al obispo Rogelio Liviares Plano por la protección férrea del argentino monseñor Carlos Urrutigoity, quien había sido denunciado por diversos casos de abusos contra menores de edad.
El obispo pertenece al Opus Dei y es considerado conservador. Dirigía la diócesis de Ciudad del Este de Uruguay.
Otra acusación contra Liviares Plano es el "manejo desprolijo del Seminario Interdiocesano, donde los sacerdotes son consagrados con cuatro años de estudio cuando en el Seminario Mayor se exige un mínimo de seis años".
Otro motivo para la expulsión del obispo es "el uso discrecional de recursos transferidos por la Itaipú Binacional para obras sociales", o sea un escándalo de corrupción en el manejo de fondos.
El reporte de prensa recuerda que e obispo destituido había mantenido polémicas con varios obispos, en especial con el arzobispo de Asunción, la capital, monseñor Eustaquio Pastor Cuquejo Vega, quien ha renunciado ante el pontífice hace unos días al haber alcanzado el límite de edad de 75 años.
El choque entre los altos prelados se produjo cuando Cuquejo Vega se mostró partidario de abrir una investigación sobre el argentino monseñor Urrutigoity, según la prensa paraguay de hecho el número dos en la diócesis de Ciudad del Este, acusado de casos de pederastía en Estados Unidos. Urrutigoity niega las acusaciones en su contra.