Se trata de José Maurizio, tiene 69 años y es estadounidense. Reside en Pensylvania y fue arrestado en Honduras, donde viajó a promover el trabajo misionero entre los pobres.
Fue arrestado el jueves por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y de ser encontrado culpable enfrentarña pena de hasta 30 años de cárcel. Permanecerá bajo custodia hasta una audiencia el lunes ante un magistrado federal en Pittsburgh. El juez debe decidir entonces si el clérigo continuará encarcelado hasta que sea juzgado.
De inmediato la diócesis de Altoona-Johnstown dijo sentirse "profundamente perturbada por las acusaciones contra el padre Maurizio".
Indicó que el sacerdote no ejerce sus funciones pastorales en la parroquia Nuestra Señora Reina de los Ángeles desde que las autoridades federales allanaron la casa parroquial el 12 de septiembre.
Maurizio también enfrenta cargos por pornografía infantil con base en imágenes halladas en el disco duro de una computadora durante una revisión de la casa parroquial, según afirma una queja penal. Los investigadores revisaban otras fotografías encontradas en dispositivos de almacenamiento digital y en una cámara que el sacerdote utilizaba en sus viajes a Honduras.
Maurizio ha dicho que las acusaciones de abuso que enfrenta forman parte de una conspiración del gobierno hondureño para frustrar su trabajo de caridad.
Su abogado, Steven Passarello, dijo que la denuncia penal vuelve a exponer acusaciones efectuadas hace cinco años después de que el organismo de caridad encabezado por el sacerdote tuvo un desacuerdo con una organización local de ayuda humanitaria. Dijo que los niños fueron sobornados u obligados a hacer acusaciones de abusos.