Aunque apenas ha desarrollado el 15 por ciento de su potencial como principal centro de producción de invernaderos del país, el municipio de Rancho Arriba, en San José de Ocoa, ya constituye un ejemplo emblemático de lo que puede lograr una comunidad cuando une la vocación de trabajo y el espíritu asociativo con el manejo eficiente de la tecnología.
A pesar de estar prácticamente aislada por el mal estado de las carreteras que la unen a San José de Ocoa y a la autopista Duarte, el desarrollo de su producción de invernaderos ha colocado a Rancho Arriba en una posición envidiable como potencia productiva en ambiente controlado.
Rancho Arriba es el primero en producción bajo techo, con un millón 375 mil metros cuadrados; primero en inversiones con unos 3 mil millones de pesos; primero en rendimiento por metro cuadrado, con 36 libras de pimientos; primero en la calidad de su producción exportable; primero en el volumen de producción exportada, con 125 furgones mensuales; primero en divisas producidas, con 25 millones de dólares anuales; y primero en generación de empleos productivos, con 4 mil 120 empleos directos e indirectos. Además tiene el más alto nivel de captación de financiamiento del Banco Agrícola y la mayor proporción de productores asegurados con AGRODOSA, con un 85 por ciento.
Tal como lo plantearon sus principales voceros en un encuentro con periodistas, Rancho Arriba es un aportante neto al país con más de 15 millones mensuales en generación de divisas, pagos al fisco y en salarios a trabajadores, además de proteger las montañas que paren ríos tan importantes como Nizao, Yuna y Maimón, que sustentan la vida de millones de personas de la Capital, San Cristobal y gran parte del Cibao.
Sin embargo, esos aportes a la economía local, provincial y nacional, no parecen suficientes, de acuerdo a sus reflexiones, “para motivar y decidir el apoyo oficial para que continúe el crecimiento y desarrollo de esta mina de oro, construyendo la carretera de 23 kilómetros hacia Sabana Larga y de 28 kilómetros hacia Piedra, Monseñor Noel”.
Esta vía, imprescindible para el desarrollo de la Región, que no compite, sino que complementa otros proyectos viales, es prácticamente lo único que solicitan estos héroes del trabajo y de la buena dominicanidad al presidente Danilo Medina.
Y sus razones parecen irrebatibles. Reconstruir la carretera permitirá multiplicar el área de invernaderos, atraer nuevas inversiones generadoras de empleos productivos, aumentar las exportaciones de productos agrícolas, potenciar las oportunidades del ecoturismo, el comercio y el transporte, y crear condiciones para una mayor integración y complementación económica entre el Suroeste, el Nordeste y el Cibao Central.
Postdata: En la reunión del sábado 27 de septiembre en la casa campestre del productor Manuel Peralta, el viceministro de Agricultura, Radhamés Valenzuela, aseguró que en el proyecto de presupuesto del 2015 aprobado por el Consejo de Gobierno se incluyó la partida correspondiente para construir la carretera San José de Ocoa-Rancho Arriba-Piedra Blanca.
Crucemos los dedos para que sea así. (28 de septiembre 2014)