El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC- consideró hoy que los clubles culturales y deportivos son la primera trinchera para enfrentar la violencia y el micro-tráfico de drogas, y denunció que por la falta de recursos la mayoría están abandonados, sin locales, sin canchas y sin orientadores.
Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, hablando en el acto con motivo del 31 aniversario de la fundación del club Calero de Villa Duarte, alertó de que sin ayuda y protección a los clubes, la delincuencia sequirá creciendo y se hará en un momento indetenible, no teniendo nadie su cabeza segura.
Enfatizó que cómo se habla de prevención de violencia y de acciones para controlar el micro-tráfico de drogas que ensangrientan a los barrios, cuando desde funcionarios hasta empresarios le dan las espaldas a la lucha por subsistir de los clubes culturales y deportivos.
Afirmó que en todos los barrios del país donde hay un movimiento clubístico organizado y que recibe apoyo, los índices de delincuencia se han reducido a la mínima expresión, y los jovenes en vez de buscar las drogas se van a la práctica de los deportes y a las actividades culturales.
Hay que ir en rescate de los clubes que se encuentran en locales destruídos, y sin conductores que se puedan dedicar a tiempo completo a educar a los niños y jóvenes del sector, para que mañana sean los líderes de este país, y los que empuñen la garrocha para continuar con el desarrollo nacional.
Los índices estadísticos de los organismos de seguridad hablan de la gran cantidad de jóvenes menores de 23 años que se dedican a las drogas o participan en pandillas de atracadores y sicarios, pero nunca estas instituciones se han preocupado de cuál es el día a día de estos muchachos, que carecen de educación, de comida y deportes.
Una bola de baloncesto, un bate y una pelota entregada a tiempo a un adolescente, para que ejercite cuerpo y mente, es más efectiva que una bala, un intercambio de disparos, o la culata de un fusil para detener a la delincuencia.
La única redada masiva que se debe implementar en este país, es el pito del entrenador para dar paso a la competencia deportiva sana y preparadora para forjar a mujeres y hombres con ideales patrios.
Los empresarios tienen que quitarse la piel de cocodrilo y tener más sensibilidad social, ayudar a los clubes culturales, y comprender que cuando se rehúsa dar un par de pesos para comprar un uniforme, se está incubando el mal social que con la violencia y la destrucción colectiva, hace difícil que florezcan sus negocios.