En su primera reacción ante las manifestaciones que reclaman más democracia en Hong Kong, China ha advertido contra posibles injerencias extranjeras en las protestas y recalcó que la ciudad es china y sus asuntos recaen dentro de la soberanía nacional de este país.
"Hong Kong es China", por lo que los asuntos de ese territorio "son de soberanía china", ha afirmado una portavoz del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying, durante una rueda de prensa.
Por ello, "nos oponemos a la interferencia extranjera, por parte de cualquier país, en los asuntos internos de China", añadió, en referencia a las reacciones de varias naciones a las protestas democráticas de la ciudad, que volvió a la soberanía china en 1997.
Los estudiantes de Hong Kong han protagonizado una semana de huelgas y protestas masivas para exigir el sufragio universal.
La portavoz recalcó, además, que el Gobierno chino rechaza "formalmente" cualquier tipo de apoyo a "actividades ilegales como el movimiento 'Occupy Central'".
"Occupy Central" es un movimiento de desobediencia civil nacido en enero de 2013, cuyo objetivo es paralizar la actividad en el distrito Central, el corazón financiero y comercial de la ciudad, si el gobierno local y el de Pekín no llegan a un acuerdo para la instauración del sufragio universal sin restricciones en Hong Kong para los próximos comicios de 2017.
Hua calificó de "asamblea ilegal" las protestas que se suceden en Hong Kong desde el pasado fin de semana y que "debilitan el orden social y el estado de derecho" en el territorio, que es una región administrativa especial de China.