Un informe elaborado por el FMI indicó que ese sistema mueve de 15 a 25 billones de dólares en Estados Unidos, de 13,5 a 22,5 billones en la zona euro, de 2,5 a seis billones en Japón, y cerca de siete billones en los mercados emergentes.
Washington, 1 oct (PL) El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy que el crecimiento excesivo de la llamada banca paralela supone un riesgo para la estabilidad de las finanzas, fundamentalmente en Estados Unidos.
Por este sistema, también conocido como "shadow banking" (bancos en la sombra), transitan miles de millones de dólares de forma semejante al modo en que funciona el método tradicional, con préstamos de dinero procedente de inversores, pero sin estar regidos por las mismas reglas ni sometidos a supervisión.
De acuerdo con el organismo internacional, la banca paralela puede incluir fondos comunes de inversión que operan en el mercado monetario, fondos de cobertura, sociedades financieras, y agentes que participan por cuenta propia y ajena, entre otros actores.
Un informe elaborado por el FMI indicó que ese sistema mueve de 15 a 25 billones de dólares en Estados Unidos, de 13,5 a 22,5 billones en la zona euro, de 2,5 a seis billones en Japón, y cerca de siete billones en los mercados emergentes.
Los entidades en la sombra tienden a prosperar cuando existen regulaciones bancarias estrictas, lo cual genera maniobras para eludirlas, y cuando los inversores buscan rentabilidades más altas, señaló el texto.
Agregó que existen riesgos asociados a ese mecanismo debido a su dependencia del financiamiento a corto plazo, que puede conducir a ventas forzadas de activos y a espirales descendentes de precios cuando los inversores retiran sus fondos con poco aviso.
Esto podría llevar a ventas y compras similares a las que tuvieron lugar durante la crisis financiera mundial de 2008, recordó la institución, que hizo un llamado a los países para supervisar este mercado.
Según el texto, en Estados Unidos la banca paralela genera como mínimo un tercio del riesgo sistémico total, mientras que en Europa y el Reino Unido la contribución al riesgo sistémico es mucho más pequeña.
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