Ankara, 1 oct (PL) El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, consideró hoy una solución temporal los bombardeos aéreos contra el Estado Islámico (EI) y reiteró la negativa al uso de bases militares de este país con ese propósito.
Al intervenir en el Parlamento, Erdogan condicionó la participación plena de su nación en una alianza, creada por Estados Unidos para realizar ataques contra el EI, a fijar como propósito de esa misión el derrocamiento del presidente sirio, Bashar Al Assad.
En su momento, el propio Al Assad denunció el doble rasero de Occidente en materia de combate al terrorismo y el papel de Ankara en el entrenamiento, financiamiento y suministro de pertrechos a grupos armados opositores sirios, incluido el EI.
Durante una sesión de presentación por el Gobierno de una solicitud para renovar el permiso de misiones de tropas nacionales fuera de frontera, el mandatario opinó que era necesario lanzar una lucha contra toda organización terrorista.
Tales formaciones terroristas amenazan a nuestra región, opinó el gobernante, citado por el diario Hurriyet Daily News.
Aunque el ejecutivo anuncia la continuidad del proceso de paz abierto en 2013 para poner fin a 30 años de conflicto con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, se opone a cualquier intento de armas a kurdos en Iraq para enfrentar al EI.
En referencia a las presiones de potencias occidentales para que Turquía se sume de forma activa a la coalición dirigida por Washington, Erdogan recalcó que nadie puede imponer posiciones a su país, ni toleraremos que se aprovechen de eso, apuntó.
Tanto Estados Unidos, como Francia y el Reino Unido exigen a esta nación el acceso a bases militares y espacio aéreo turcos para las acciones de la aviación y el ofrecimiento de preparación y logística para las fuerzas que enfrentan al EI.
En su momento, el primer ministro, Ahmet Davutoglu, declaró que su país debía mantenerse fiel a su posición en el diferendo en Siria, a cuyo legítimo presidente Ankara exhortó a derrocar abiertamente.
Las fuerzas del EI iniciaron sus operaciones y masacre contra la población civil en Siria y solo causaron alarma en Occidente cuando fueron decapitados algunos ciudadanos estadounidenses, británicos y franceses, mientras operaba en Iraq.