La muerte en una 72 horas de once niños en el hospital infantil Robert Reid Cabral ha escandalizado a la sociedad dominicana, más cuando no se conoce que se haya dispuesto una investigación sobre los hechos.
Las causas hasta ahora puesta a correr es los menores fallecieron afixiados debido a que se terminó el oxigeno en las salas y a que fue imposible trasladar un tanque al lugar porque el ascensor estaba dañado.
Para justificar en cierta forma los fallecimientos, la directora del hospital, Rosa Nieves Paulino, alegó que el centro atiende niños en condiciones muy críticas y negó que se tratara por problemas que presentó el sistema de oxígeno.
Dijo que los que estaban conectados a respiración asistida, recibieron de inmediato ventilación mecánica y manual por parte del personal. Expuso que, los expedientes de cada uno de los menores fallecidos estaban siendo investigados, aunque no dijo que hace la investigación.
Dos de los pequeños murieron el viernes, cuatro el sábado y cinco el domingo. Tres eran recién nacidos, cinco menores de un año y tres mayores de un año, en su mayoría estaban ingresados en las unidades de cuidados intensivos y en salas de recién nacidos.
Cuatro niños tenían residencia en Santo Domingo, dos en la sureña ciudad de San Cristóbal y, los otros cinco procedían de la nordestana Samaná, Peravia, San Pedro de Macorís, Azua y Elías Piña.
Personal médico del hospital, reaccionó alarmado por el alto número de defunciones, dijeron que por lo general, durante un fin de semana pueden producirse entre cuatro, cinco y, en casos muy extremos siete fallecimientos.