Damasco, 8 oct (PL) Por segundo día consecutivo la norteña ciudad siria de Ain al Arab es hoy escenario de violentos enfrentamientos entre las milicias kurdas y el Estado Islámico (EI), que causaron numerosas bajas a ambas partes.
La televisora regional Al Mayadeen reportó la retirada de los combatientes del EI en algunos barrios de la localidad, que ocuparon la víspera, tras los intensos bombardeos de Estados Unidos y una contraofensiva kurda.
Sin embargo, luego de reagrupar sus fuerzas, los radicales pasaron otra vez al ataque desde el sur y el este, apoyados por tanques, artillería y vehículos armados.
Pese a la inferioridad numérica y su escaso armamento, los defensores se aferran a la ciudad, el último enclave kurdo en la región que se resiste al EI, que controla ya decenas de aldeas cercanas desde el inicio de su ofensiva el pasado mes.
Kobane, como la llaman los kurdos, y la región colindante son de gran importancia para el EI, organización considerada terrorista por la comunidad internacional, porque le permitiría enlazar dos áreas que controla en la actualidad.
Además, ese enclave tiene unos 300 kilómetros de frontera con Turquía, país acusado por las autoridades de Damasco de apoyar a los grupos radicales, en especial al Estado Islámico.
Casi 200 mil personas abandonaron sus hogares en la zona tras el inicio de los violentos enfrentamientos y partieron rumbo al vecino país.
Ante la inminente caída de Ain al Arab, se teme una matanza de los supervivientes kurdos, tanto civiles como milicianos, que no abandonaron el lugar.
En varias ocasiones tras la entrada a una localidad, los miembros del EI asesinan a sus pobladores, con métodos que van desde un disparo en la cabeza hasta la decapitación y la crucifixión.