Bagdad, 12 oct (PL) Al menos seis personas murieron hoy en cuatro atentados de terroristas islámicos en Iraq, un día después de tres ataques similares en esta capital que causaron 34 fallecidos, mientras el clima de violencia empeora en al-Anbar.
Fuentes de seguridad reportaron que cinco personas perdieron la vida y otras 10 resultaron heridas debido a tres explosiones simultáneas registradas en el noreste de Baquba, la capital de la provincia septentrional de Diyala.
La primera deflagración fue obra de un suicida que se inmoló en medio de la zona de Qara Tapa, tras lo cual siguieron dos detonaciones, una por un carro bomba estacionado y la tercera por otro hombre que activó su cinturón con explosivos en la vecindad de un complejo gubernamental.
Según las fuentes, cuatro soldados heridos murieron cerca de Baquba cuando la ambulancia en que eran transportados fue atacada por error por voluntarios de una milicia chiita progubernamental al creer que era una artimaña de los radicales sunnitas del Daesh, acrónimo árabe del Estado Islámico (EI).
Asimismo, los "takfiristas" (terroristas islámicos sunnitas) mataron este domingo al jefe de la policía de la provincia de al-Anbar, mayor general Ahmed Saddaq, cuando la caravana de carros en la que viajaba por el distrito de Abu Risha, en Ramadi, fue alcanzada por un artefacto explosivo.
En ese ataque resultaron lesionados otros cuatro agentes que, al igual que Saddaq, participaban en una operación gubernamental para tratar de recapturar el poblado de Twei, todavía en poder del EI.
Informes de los Ministerios del Interior y de Defensa confirmaron que en los tres atentados con carros bomba ocurridos el sábado en Bagdad murieron al menos 34 personas y resultaron heridas otras 80, de las cuales 15 bajas letales y 44 lesionados se reportaron solo anoche en el barrio Shaoula.
En esa misma zona de mayoría chiita había explotado media hora antes otro vehículo estacionado junto a una heladería, que dejó ocho muertos y 18 lesionados, mientras un suicida procedió de igual manera en el vecindario de Kadhimiya provocando 11 decesos y 27 heridos.
La espiral de violencia se agudizó este domingo en torno a Ramadi, capital de al-Anbar, luego de que el Daesh intensificó los ataques contra la ciudad desde el norte, el oeste y el este, y las autoridades impusieron un toque de queda para responder con artillería pesada y la aviación.
Ramadi es una de las pocas áreas entre Bagdad y la frontera de Siria que no está bajo control de los fundamentalistas, pero el temor a que caiga hizo intensificar los bombardeos aéreos nacionales y de la coalición que lidera Estados Unidos, que causó más de 20 muertos a los takfiristas.
Fuentes castrenses indicaron que se decidió entregar desde el aire arsenales a las fuerzas de seguridad para ayudarlas a repeler el avance de los terroristas que tratan de dominar al-Anbar y se acercan a Bagdad.
ro/ucl