Pedro J. Piqueras Ibáñez
madrid, España.-El ejercicio de la política suele presentar perfiles bastante negativos cuando se trata de buscar acuerdos por encima de las ideologías o los intereses partidistas. Por ello hay que acoger como una noticia muy positiva, la decisión adoptada por el presidente del Gobierno y el líder de la oposición socialista para llevar tranquilidad a la población tras la crisis de ansiedad suscitada por el primer contagio directo por ébola registrado en nuestro país. Nos encontramos ante una emergencia que supera los oportunismos políticos y que exige, tanto del Gobierno como de los partidos, la máxima prudencia y la máxima transparencia sobre los posibles errores cometidos en el tratamiento de los dos misioneros que murieron en Madrid después de contraer la enfermedad en Liberia, en el ejercicio de su función como sanitarios, lo que importa ahora es poner todos los medios científicos y humanos posibles, que son muchos, para tratar y curar a la enfermera contagiada, Teresa Romero que, por cierto, tiene el valor añadido de haberse presentado voluntaria para atender al enfermo, a través del cual, supuestamente se contagió.
Pedro J. Piqueras Ibáñez