Unas 17 provincias tienen 1,579 kilómetros de costas: 33% en el Norte, 24% en el Este y 43% en el Sur. 409 kilómetros de playa
La Introducción de nuevas tecnologías y evolucionar las mentalidades de las poblaciones circundantes a los destinos turísticos, son dos de las medidas a priorizar por los actores que inciden en el sector turístico nacional para anticipar los efectos del cambio climático en nuestro país.
Los impactos del cambio climático sobre los sistemas costero-marinos pueden ser de gran magnitud si no se realizan medidas anticipadas de adaptación. Por lo cual los costos de la adaptación anticipada al cambio climático en el sector turismo son mucho menores que los de remediación y resultan costo-efectivos.
El cambio climático combinado con elementos de manejo insostenible causa un impacto considerable en las zona costero-marina y por ende al sector turístico, por lo que se necesitan medidas de adaptación que integren los conceptos de sostenibilidad ambiental para aumentar la resiliencia del sector. El Plan Nacional de Adaptación de Cambio Climático (PANA-RD) propone como medidas prioritarias el manejo integrado de la costa como una línea de acción fundamental y recomienda diseñar e implementar un Programa de Educación Ambiental para la protección de la biota costera y marina que abarque todos los niveles de decisión de las autoridades hoteleras, así como sus concesionarios y población turística.
La información está recogida en el documento “Síntesis de Evaluación de Necesidades Tecnológicas para la adaptación al Cambio Climático y Reporta del Plan de Acción para la Transferencia de Tecnologías Priorizadas en la República Dominicana” investigación realizada por la Fundación Plenitud para el Ministerio de Medio Amiente y Recursos Naturales.
El Día Mundial del Turismo (DMT) que se celebra internacionalmente el 27 de septiembre, en este año presta especial atención a la contribución del turismo para conseguir un futuro más sostenible para todos: el desarrollo comunitario, en este sentido las medidas recomendadas por el documento, aportan soluciones tecnológicas comunitarias que aumentan la resiliencia del sector.
La primera medida sugerida por los especialistas de PLENITUD en el referido informe es Tecnología de programas de educación no formal: concienciación, información y capacitación para empleados de hoteles, locales, pescadores y comerciantes en zonas costeras. Se trata de implementar un programa acerca de turismo sostenible enfocado en temas como la protección, rehabilitación y ordenación del medio ambiente, así como la educación para el consumo sostenible.
“Necesitamos capacitar a nuestra gente en la adquisición de conocimientos, actitudes y habilidades necesarias para participar activamente en la sociedad de hoy. Esto impolica aprender a responsabilizarse y contribuir a que las personas desarrollen habilidades para gestionar su propia vida a la vez que participan en el cuidado global”, expresa la investigación realizada por PLENITUD.
Como segunda tarea la organización establece la necesidad urgente de rehabilitar manglares y humedales costeros. Los ecosistemas de mangles de acuerdo al ultimo estudio nacional de cobertura boscosa, han disminuido de 294.0 a 257.4 kilómetros cuadrados por lo que resulta importante rehabilitarlos y restaurarlos. En diagnósticos y levantamientos realizados previamente se detectaron la construcción de hoteles en amplias zonas de mangle en la costa este del país. “Innumerables zonas turísticas en RD han consumido una notable área de espacios húmedos y manglares que equilibran la dinámica litoral y los cuales sirven como protección y fuente de biodiversidad marina. La tecnología consiste en el transplante y recuperación de zonas de manglares a través de métodos básicos, a través de técnicas realizadas con la comunidad.
Otras de las recomendaciones hechas por la organización es sobre la necesidad de restaurar dunas y zonificación en playas. “Se ha logrado combatir la erosión en las playas a través de métodos de retención de sedimento con la creación de dunas y la organización de las áreas de las playas, promoviendo los patrones de circulación y de uso que eviten la erosión y la ruptura en la cadenas de vegetación o dunas que protegen el sistema”, refiere el informe.
Asimismo, PLENITUD recomienda en su informe la necesidad de establecer un monitoreo permanente de sistemas costeros marinos. “Esto es importante para tomar decisiones sobre como actuar sobre los ecosistemas costeros. La costa es un espacio dinámico que responde a muchas variantes y muchas veces depende de ciclos estacionales que si no se conocen no se puede actuar correctamente.
Otro elemento destacado por el estudio establece el análisis de vulnerabilidad y de adaptación en zonas costeros marinas. “Existen condiciones geológicas, naturales y antropológicas que se combinan para dar como resultado el nivel de vulnerabilidad y capacidad de adaptación. El análisis de estos datos permite proyectar escenarios posibles según las tendencias y esto a la vez facilita la preparación de actividades de adaptación al cambio climático así como la recomendación de medidas las medidas de adecuación basadas en evidencias.
Establecer programas de certificación de instalaciones turísticas en base a estándares internacionales y nacionales para la calidad y la sostenibilidad es otra de las recomendaciones descritas en el estudio. Promover la excelencia en la calidad del servicios y las actuaciones en pro del medio ambiente es importante para los destinos turísticos y una certificación en esta materia elevaría el estándar mínimo, así como productos y alojamientos más sostenibles y competitivos.
Por último el informe realizado por PLENITUD recomienda establecer un programa de educación formal para escuelas y universidades en gestión integrada de costas. “La República Dominicana tiene 17 provincias costeras, 1579 kilometros de costas, 409 kilómetros de playa, más de 60 mil habitaciones hoteleras en zonas de costas. Se requiere empezar a formalizar oficialmente especialistas en gestión litoral y sensibilizar a partir del nivel formal e informal”.