Banca solidaria continúa apoyando a ciudadanos que quieren emprender negocios y que necesiten crédito.
Giovanny García y Arelis Pérez son marido y mujer. En común, también una empresa. Son alfareros de La Vega. Banca Solidaria les salvó el negocio con un préstamo al 1% mensual. “Los usureros le dan a uno en la madre”, recuerda ella aliviada. (http://bit.ly/1tEKOtR)
Los 50,000 pesos que les prestó Banca Solidaria tuvieron un efecto mágico: produjeron más y ganaron más.
Pudieron comprar un torno, hicieron un horno más grande, compraron una camioneta (usada) y también el terreno donde tienen el taller. Están liados todavía. Deben sí, pero van más ligeros.
Tienen clientes en la capital y en Higüey, cuenta Arelis.
De barro, se jacta humildemente Giovanny, yo sé un poco.
Para ambos, no hay nada como Banca Solidaria. En el mundo.