Anoche perdimos no sólo un talento legendario, sino también un ser humano humilde, generoso y compasivo. A la vez que Oscar de la Renta será recordado en todo el mundo por su contribución a la moda y la cultura, la comunidad dominicana en Nueva York ha perdido a un héroe local cuyo éxito no lo cambió ni lo hizo menos accesible.
A lo largo de su vida, Oscar de la Renta fue un partidario devoto de causas benéficas en la República Dominicana y en toda la diáspora dominicana. Continuó sus compras en los negocios locales de Washington Heights mucho después de que él pudiera permitirse comprar en lugares más extravagantes. Uno de mis mejores recuerdos de Oscar es en una reunión con él en un restaurante sin pretensiones del uptown- Oscar conocía a todo el personal por su nombre, y preguntó acerca de sus familias con una genuina preocupación.
Recibir el respaldo de Oscar de la Renta en mi primera campaña congresual es un honor que yo nunca olvidaré. La comunidad dominicana lo observaba con orgullo y se acordará de lo que él logró para todos nosotros. Mi mejor momento siempre será el día en que "gané un Oscar". Nosotros derramamos una lágrima por ti, Oscar.
Sincerely,
Adriano Espaillat