Las versiones señalan que la muerte del sargento Mónico Ogando fue perpetrada por un supuesto delincuente haitiano cuando era perseguido por el militar. Ogando recibió tres balazos.
Deja en la orfandad a tres niños. Su cadáver fue enviado al instituto de patología forense de la provincia de Azua para los fines correspondientes.
Es responsable del asesinato es un tal Lisat, informó el jefe de la Tercera Brigada de Infantería del Ejército, general Felipe Henrique Molina.