La Universidad Autónoma de Santo Domingo cuenta con un presupuesto anual de 7,128 millones de pesos, los que resultan insuficientes para las necesidades de la academia, provocando un déficit superior a los mil millones, razón por la que el rector, doctor Iván Grullón, pide encarecidamente hacer un ajuste en beneficio de la universidad estatal.
La UASD elaboró un ajustado presupuesto para el 2015 ascendente a 11 mil millones de pesos para responder a prioridades inherentes a sus funciones principales, pero el gobierno no dispuso incremento alguno para la academia estatal en el Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos, situación que impide equipar edificaciones nuevas y optimizar la investigación, la extensión y la docencia, entre otras funciones, a los niveles que demanda nuestra sociedad y el mundo de hoy.
Se impone un aumento al presupuesto de la UASD, pues contrariamente el déficit se incrementa con el crecimiento de la matrícula estudiantil y la inflación en bienes y servicios que se ha registrado durante el 2014 y continuará en el 2015, conforme a la tendencia alcista que exhibe el dólar norteamericano.
Ya no se puede alegar falta de transparencia en el manejo de los fondos de la UASD. Todos los profesores y los empleados reconocemos pulcritud en el uso de las finanzas universitarias. Y nunca como ahora la academia había registrado el clima de paz y tranquilidad que observamos.
Sin embargo, los profesores y empleados universitarios no estamos en condiciones de absorber la inflación que reduce el poder de compra y daña nuestro presupuesto familiar, mientras a diario se destapan escándalos de corrupción de miles de millones de pesos sin sanción alguna en la justicia del PLD y los miembros del Comité Político poseen exorbitantes fortunas económicas en pesos y en dólares.
¿Con qué moral se les dice a los servidores universitarios que no se les compensará los niveles de inflación del año 2014 mientras observamos despilfarro, dolo e impunidad judicial con los funcionarios y antiguos funcionarios de los gobiernos de Leonel Fernández? ¡Qué contraste! A los universitarios se nos pide sacrificio económico y se nos pretende socialmente empobrecer.
Esa misma situación se registra con los empleados públicos de las instituciones centralizadas y descentralizadas. De igual manera, los guardias, los policías, los jubilados y los pensionados no tendrán un centavo adicional durante el año 2015, pese a que su poder adquisitivo se ha reducido significativamente. El sacrificio es sólo para los dominicanos más necesitados económicamente.
Los funcionarios peledeístas amasan fortunas millonarias provenientes del Estado, porque antes de llegar a los cargos muchos de ellos no tenían siquiera un carro económico como medio de transporte. Y hoy se desenvuelven en un ambiente de despilfarro y francachela. A la UASD no se le puede regatear un mínimo aumento presupuestario para poder recibir a los nuevos bachilleres que ingresarían en enero del 2015.
Las autoridades universitarias han tenido inclusive que entrevistarse con los miembros de la comisión bicameral del Congreso Nacional en procura de persuadirles sobre la situación deficitaria que atraviesa la UASD, cuando todos sabemos que a la universidad pública le corresponde por ley el cinco por ciento del Presupuesto Nacional.
Definitivamente el PLD se cree dueño de la República Dominicana, violenta todas las leyes y ha hecho con el dinero del erario lo que le ha venido en gana. Los profesores y empleados universitarios, particularmente, no estamos en disposición de tolerar sacrificios que afectan el presupuesto familiar y condenan a la pobreza social. Ante el panorama que se observa en el plano nacional no hay moral para pedido de sacrificio. ¡Y sacrificio para los que menos pueden!