La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica multisistémica, de naturaleza inmunológica, y de predisposición genética. Se estima una prevalencai a nivel mundial para la psoriasis de un 2-3% de la población, afectando de igual forma a hombres y mujeres. Se caracteriza por la afectación de piel, semimucosas, mucosas y anexos, y puede también comprometer articulaciones. La psoriasis es una enfermedad no contagiosa y se estima que la que padecen 125 millones de personas en todo el mundo.
La psoriasis se caracteriza por la aparición de placas escamosas, lo que causa que aparezcan parches rojos, con escamas plateadas en la piel. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero a menudo se encuentran en los codos, rodillas, cuero cabelludo y la parte baja de la espalda. Las personas con psoriasis en placa pueden notar que hay momentos en que su piel empeora y luego mejora, estas placas pueden producir picazón, ser dolorosas y sangrar. Los factores que causan estos brotes pueden incluir: estrés emocional, heridas en la piel, algunos tipos de infecciones y reacciones a ciertos medicamentos
Causa e impacto de la psoriasis
Las causas de la psoriasis no se han logrado entender por completo. Se considera una enfermedad multifactorial porque, además de la predisposición genética, existe la influencia de múltiples factores (estrés, medicamentos, traumatismos, infecciones, alcohol, tabaco y obesidad), que pueden desencadenar o agravar la evolución de la misma.
La psoriasis suele caracterizarse como una condición menor, sin embargo los pacientes con psoriasis han reportado una reducción en su funcionamiento físico y mental comparable con el que se ve en pacientes con cáncer, artritis, hipertensión enfermedades cardiacas, diabetes y depresión.
Comúnmente se tiene la percepción inadecuada de que la psoriasis es contagiosa, lo que afecta como son tratadas socialmente las personas con psoriasis. Como resultado de esto el estigma asociado con psoriasis puede llevar a niveles elevados de enfermedades psicológicas y emocionales, incluyendo bajo autoestima, ansiedad e incluso ideaciones suicidas. Existen reportes de que la depresión afecta entre un 32 y 60% de los pacientes con psoriasis.
La psoriasis está asociada con varias comorbilidades serias como la artritis Psoriática, enfermedad de Chron, síndrome metabólico, diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares entre otros.
Hasta un 30% de los pacientes con psoriasis desarrollan artritis Psoriática (PsA), que combina los síntomas de la piel con síntomas de artritis, incluyendo dolor e inflamación de las articulaciones.En promedio, los pacientes con PsA que tienen lesiones en la piel reportan padecer de psoriasis por alrededor de 10 años antes de desarrollar PsA. La inflamación se puede observar generalmente en una o varias articulaciones ya sea en las manos o pies, articulaciones mayores como las caderas y las rodillas, o en la columna.
Un paciente con Psoriasis tiene derecho a una calidad de vida apropiada y por eso el objetivo ideal del tratamiento es suprimir las manifestaciones clínicas e inducir una remisión prolongada por eso es muy importante hacerse el seguimiento apropiado con el médico para que el mismo le realice una elección del tratamiento más adecuado para cada paciente en particular a fin de brindarle lo más rápidamente posible una mejor calidad de vida.
Los aspectos que se toman en cuenta para elegir un tratamiento incluyen: tipo de psoriasis, severidad, extensión, síntomas, compromiso de determinadas áreas corporal, sexo y edad del paciente, presencia o no de artritis, actividad laboral y calidad de vida entre otros.
Esta enfermedad no es una cuestión cosmética, la enfermedad afecta no solamente la piel sino que puede comprometer las articulaciones, el intestino, el tejido adiposo, el sistema cardiovascular, entre otros. Por eso el término Psoriasis va más allá de la piel. El dermatólogo debe evaluar individual e integralmente al paciente y derivar a los distintos especialistas según la situación de cada paciente
Hoy en día, las terapias con medicamentos biológicos, representan una alternativa para los casos moderados a severos; en realidad se acercan más al origen de los síntomas de la piel psoriásica y detener el daño progresivo en las articulaciones asociado con la artritis psoriásica.