Cedeño de Fernández aseguró que a la fecha, alrededor de 209 mil personas han recibido capacitación técnico-profesional, a través del programa Progresando con Solidaridad.
MEXICO, D.F.- La vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño de Fernández, afirmó este viernes que la desigualdad social condiciona la libertad de los ciudadanos, a la vez que abogó por un modelo de promoción de la productividad y la inclusión laboral como parte fundamental del combate a la pobreza.
La Vicemandataria habló al participar en el VII Foro de Desarrollo de América Latina y el Caribe, organizado por la Secretaría de Desarrollo Social de México (SEDESOL) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), donde reiteró que "la mejor política económica es el combate a la pobreza".
Los países de la región reconocieron los grandes esfuerzos que lleva a cabo República Dominicana a través de Progresando con Solidaridad, el cual fue valorado como uno de los más innovadores programas de combate a la pobreza.
Durante su discurso, Cedeño de Fernández lamentó que el desarrollo económico experimentado por los países de América Latina y el Caribe no se haya traducido en una mejoría en la calidad de vida de la mayoría de los ciudadanos, convirtiendo a la región en la más desigual del planeta.
En ese sentido, agregó que “una de las responsabilidades troncales de los estados tiene que ser la intervención sistemática y decidida en forma de políticas sociales que garanticen unas condiciones mínimas de vida, compatibles con la dignidad inherente a todo ser humano”, por lo que enfatizó que en la República Dominicana se está trabajando incansablemente para hacer realidad este enfoque, convencidos de que la mejor política económica es el combate a la pobreza.
“Hemos implementado una nueva estrategia de intervenciones socioeducativas, con el objetivo de ampliar y profundizar la Red de Protección Social de nuestro país; el resultado ha sido el programa Progresando con Solidaridad, desde donde estamos transformando las vidas de 800 mil familias participantes del mismo”, añadió Cedeño de Fernández.
Destacó que con el mismo se ha vinculado las transferencias monetarias al cumplimiento, no solo de las corresponsabilidades en educación y salud, sino a estrategias de capacitación técnico-vocacional, formación para la vida y vinculación a los servicios y programas del Estado con el acompañamiento directo de un Enlace Familiar y una red de apoyo de organizaciones comunitarias de base, lo que garantiza que los miembros de las familias logren sus metas dentro del Programa.
Al hablar en el cónclave, en el que participan representantes de 30 países de América Latina y el Caribe, la Vicemandataria manifestó que desde el programa Progresando con Solidaridad se está respondiendo a la multiplicidad de factores que inciden en la pobreza, con políticas específicas y focalizadas que permiten impactar en los ámbitos productivo, financiero y laboral, y entre ellos citó los proyectos de inclusión financiera con acceso al microcrédito y la bancarización a través del ahorro, los huertos familiares y comunitarios y el desarrollo de la artesanía, entre otros.
“A la fecha, alrededor de 209 mil personas han recibido capacitación técnico-profesional, de los cuales un 40 por ciento ha generado alguna acción para mejorar sus ingresos, como la obtención de un préstamos para mejorar su negocio, el inicio de alguna empresa o la obtención de un empleo”, aseguró Cedeño de Fernández.
La Vicepresidenta significó que el Gobierno está concentrado en impulsar las capacidades productivas de los beneficiarios de programas sociales, de manera que puedan suplir a los negocios y así convertir al círculo vicioso de la pobreza en un círculo virtuoso de la productividad.
“Estamos impactando positivamente en la dinamización de las economías locales, a través de una red de más de seis mil establecimientos de abastos de productos correspondientes a micro y pequeñas empresas, que es donde los beneficiarios consumen los incentivos que reciben”, dijo.
Manifestó que se debe velar por una buena y adecuada política social, “porque sin ella, las injustas e insostenibles condiciones generadas por la exclusión y la desigualdad podrían quebrantar la paz social”, y con ella el clima imprescindible que requiere el buen funcionamiento de un Estado de Derecho.
Aseguró estar convencida que invertir en la creación de capital humano y social para las generaciones presentes y futuras, “es invertir en un mejor futuro para nuestros países y para el mundo”.