El cuerpo inerte de quien fuera primer arzobispo de aquí es velado en ese lugar desde las 9:00 de hoy, por donde centenares de personas, especialmente relacionadas con la Iglesia Católica, han desfilado.
SANTIAGO.- El obispo auxiliar de la arquidiócesis santiaguera, monseñor Plinio (Valentín) Reynoso, definió esta mañana al arzobispo emérito Juan Antonio Flores Santana, fallecido en la víspera en esta ciudad, como “un gran defensor de la fe”, al encabezar una misa concelebrada de cuerpo presente en la funeraria Blandino, de esta ciudad, al inicio del velatorio de los restos.
El cuerpo inerte de quien fuera primer arzobispo de aquí es velado en ese lugar desde las 9:00 de hoy, por donde centenares de personas, especialmente relacionadas con la Iglesia Católica, han desfilado para darle el último adiós al conocido sacerdote, quien murió ayer al filo del medio día a la edad de 87 años en el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS).
Al pronunciar la homilía, monseñor Valentín Reynoso recordó que Flores Santana fue un hombre de grandes dotes intelectuales, que dejó un gran legado humano y que supe conjugar su labor pastoral con la de escritor.
“Monseñor Flores Santana fue un gran consejo y de eso nos beneficazos todos los que, de una manera u otra, tuvimos el privilegio de estar relacionado con él mientras se desempeñó como arzobispo”, indicó.
Mientras que el presbítero Carlos Santana, Canciller del Arzobispado de esta demarcación lo calificó como un gran defensor de las verdades de la fe y, en base a eso, escribió varios libros, promoviendo el crecimiento de la Iglesia Católica a nivel de la pastoral.
Asimismo, resaltó que el arzobispo emérito fenecido fue responsable de la creación de nuevas parroquias, al tiempo que dedicó especial atención a las pastorales familiar, carcelaria y social, a las que se dedicó con mucho cariño.
Entre los asistentes al velatorio estuvieron Jesús María Flores Santana, hermano mayor del arzobispo emérito fallecido, residente en Estados Unidos, a quien Juan Antonio visitó recientemente para participar en una actividad con motivo de la celebración de sus 100 años de vida.
De los 10 hijos procreados por los esposos Jesús Flores Alonso y Secundina Antonia Santana Évora, solo permanecen con vida, además de Jesús María, su hermana menor Ladisla Flores Santana.
Otro de los parientes cercanos que esta mañana asistieron a la ceremonia está su sobrina Lourdes Lucía Flores, hija de Jesús María quien, al igual que su padre, vino desde Vermouth, Estados Unidos, donde residen. Dijo que recordará a su tío como una persona amable, sencilla y con un corazón maravilloso.
El velatorio se extendió hasta las 12:00 de este medio día, procediéndose a trasladar el féretro hacia la Catedral de La Vega, donde ejerció las funciones de obispo desde 1966 a 1992, cuando fue designado en esta ciudad como arzobispo.
A contar de las 3:00 de esta tarde será oficiada una misa en ese lugar, presidida por monseñor Antonio Camilo González, obispo vegano, acto religioso al que se espera asistan altos dignatarios de la Iglesia Católica.
El martes, a partir de las 10:00 de la mañana, se expondrán sus restos en la Catedral Santiago Apóstol el Mayor y a las 3:00 de esa tarde se realizará una misa exequial, presidida por monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo metropolitano de Santiago y, al término de la misma, el cuerpo de Flores Santana será sepultado en la cripta de ese tempo religioso.
La muerte de Flores Santana muerte fue certificada a las 11:55 de la mañana de este domingo y, de acuerdo al médico internista Aldo Bencosme, quien tuvo bajo su cuidado al paciente, falleció a consecuencia de fallas multi orgánicas.
El arzobispo, de 87 años de edad, venía padeciendo desde hace tres años de diversos problemas de salud. El pasado lunes sufrió una caída que le ocasionó una fractura en la cadera derecha.
A raíz de ese evento, le fue practicada una operación en el mencionado centro de salud el pasado jueves. Fue atendido por los doctores Miguel Contreras, César Jiménez, Julio César De León, Santiago García, Elaine Diná y Aldo Bencosme.