13 noviembre 2014.- La misión de la ESA Rosetta ha aterrizado de forma controlada su sonda Philae en un cometa. Es la primera vez en la historia que se logra una hazaña así.
Después de una tensa espera, durante el descenso de siete horas hacia la superficie del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko, la señal que confirma el aterrizaje exitoso ha llegado a la Tierra a las 16:03 GMT (17:03 CET).
La confirmación se ha enviado vía la nave Rosetta a la Tierra, y ha sido recibida simultáneamente por la estación de la ESA en Malargüe, Argentina, y la estación de la NASA en Madrid. La señal fue confirmada de forma inmediata por el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) de la ESA en Darmstadt, Alemania, y el Centro de Control de Philae de la agencia DLR en Colonia, Alemania.
Los primeros datos de los instrumentos de la sonda de aterrizaje se transmitieron al Centro de Ciencia, Operaciones y Navegación de Philae en Toulouse, Francia, de la agencia espacial francesa CNES.
“Nuestra ambiciosa misión Rosetta se ha ganado un lugar en los libros de historia. No solo es la primera en entrar en órbita de un cometa; ahora se ha convertido también en la primera en colocar una sonda de aterrizaje en la superficie de un cometa”, dijo Jean-Jacques Dordain, Director General de la ESA.
“Con Rosetta abrimos una puerta al origen del planeta Tierra, y promoviendo una comprensión mejor de nuestro futuro. La ESA y su misión Rosetta han logrado hoy algo extraordinario”.
“Después de más de 10 años viajando a través del espacio, ahora estamos haciendo el mejor análisis científico de uno de los más antiguos remanentes de nuestro Sistema Solar”, dijo Álvaro Giménez, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA.
“El éxito de hoy se asienta en décadas de preparación, que garantizan que Rosetta seguirá siendo un actor definitivo en la ciencia de exploración de cometas y espacial”.
“Estamos enormemente aliviados por haber sobrevivido al aterrizaje en la superficie del cometa, especialmente teniendo en cuenta el desafío añadido que ha supuesto los fallos en el estado de la sonda”, dijo Stephan Ulamec, Philae Lander Manager, del DLR, en el Centro Aeroespacial Alemán.
“En las próximas horas sabremos exactamente dónde y cómo hemos aterrizado, y empezaremos a obtener la mayor cantidad posible de datos científicos de la superficie de este mundo fascinante”.
Rosetta fue lanzada el 2 de marzo de 2004 y viajó 6.400 millones de kilómetros a través del Sistema Solar antes de llegar al cometa el 6 de agosto de 2014.
“El viaje de Rosetta ha sido un continuo desafío operacional”, ha dicho Thomas Reiter, ESA Director of Human Spaceflight and Operations. “Ha requerido un abordaje innovador, precisión y mucha experiencia”.
“Este éxito es testimonio del trabajo de equipo sobresaliente y de la experiencia en la operación de satélites, adquirido por la ESA a lo largo de los últimos 50 años”.
Philae touchdown
El lugar de aterrizaje, bautizado Agilkia y localizado en el corazón del extraño cometa con forma de doble lóbulo, se escogió solo seis semanas antes de la llegada, basándose en imágenes y datos obtenidos desde una distancia de entre 30 y 100 Km del cometa. Estas primeras imágenes revelaron en seguida que el cometa es un mundo lleno de rocas, con acantilados y precipicios, y chorros de gas saliendo de la superficie.
Tras un período en que Rosetta estudió de cerca la superficie, a una distancia de 10 Km, Rosetta se desplazó de nuevo a una trayectoria más alejada para prepararse para soltar a Philae.
La liberación de la sonda se confirmó a las 09:03 GMT (10:03 CET) a una distancia de 22.5 Km del centro del cometa. Durante el descenso de siete horas, realizado sin propulsión ni sistema de guiado, Philae tomó imágenes y recogió información sobre el entorno del cometa.
Rosetta’s deployment of Philae to land on Comet 67P/Churyumov–Gerasimenko
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“Una de las mayores incertidumbres asociadas al envío de Philae fue la posición de Rosetta en el momento de la separación, que ha estado influenciada por la actividad del cometa en ese momento específico y que, a su vez, pudo afectar la trayectoria de descenso de la sonda”, dijo Sylvain Lodiot, ESA Rosetta Spacecraft Operations Manager.
“Más aún, estamos llevando a cabo estas operaciones en un entorno sobre el que apenas hemos empezado a investigar, a 510 millones de kilómetros de distancia de la Tierra”.
Se esperaba tocar la superficie a una velocidad de 1 metro por segundo aproximadamente. El mecanismo de tres patas debe absorber el impacto para prevenir el rebote, y unos crampones en cada pata, y dos arpones disparados en el momento del aterrizaje, deban anclar la sonda a la superficie.