Inmersos en nuestras cuitas ciudadanas, se nos pasó rendir honor público (aunque no en lo privado) a una fecha de gran importancia universal, pues consagra un derecho humano esencial, contra el cual ningún gobierno se atrevería a atentar. Y debe saberse que ya avanzan los preparativos para lanzar al mundo un himno que lo exaltará, con letra en todos los idiomas y dialectos y un Premio Nobel a ser asignado cada año a quien, hombre o mujer, reúna méritos excepcionales honrando una función que coadyuva a aliviar a todos los humanos. Ayer, pues, fue el Día Mundial del Inodoro, instituido por la ONU.